jueves, diciembre 12, 2024
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Un cónsul espera por la justicia

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Por la muerte de Karen Berendique, hija del cónsul chileno en Maracaibo, no se ha dictado sentencia judicia.   Aún 12 petejotas permanecen detenidos en Caracas a la espera de la sentencia

El asesinato de Karen Vanessa Berendique, hija del cónsul chileno Fernando Berendique Benavente, suma mil 461 días. La sentencia de los 12 funcionarios de la Policía científica, implicados en el crimen, aún no se ha decidido. El diplomático aún confía “en la justicia venezolana”, aunque espera no tiene fecha de caducidad.

Las fotografías en la entrada de la vivienda permanecen, pero el silencio es “cada vez peor”. El cónsul Berendique dijo durante una entrevista, que en Caracas permanecen detenidos los 12 exfuncionarios. Dinolkys Reyes, única mujer en el grupo, por higiene e intimidad está en la sede de Captura de la misma institución, en el sector El Rosal; mientras que en el calabozo de la Brigada de Acciones Especiales (BAE) en Quinta Crespo, están 10.

Al subcomisario Oswaldo Mendoza, lo remitieron a la zona cuatro del Centro de Detenciones de la Policía Nacional, por motivos de salud. “En el BAE no les da sol y él sufre de diabetes y su parte médico les recomendó permitirle contactos con luz natural”. 

Proceso largo

“Esto se ha alargado muchísimo, el expediente es bastante largo”. Indicó que el trabajo criminalístico por parte de los investigadores llegó a su fin la última semana de febrero. Determinaron las cinco pistolas que se accionaron, los funcionarios que las dispararon y la bala que asesinó a la joven. La del arma de Yéferson Villalobos, un agente con pocos años de experiencia.

El cónsul estima, según los fiscales, que la angustia judicial llegue a su fin a mediados del año en curso. “Así dijeron el año pasado, pero ahora han culminado más etapas”. Al parecer, lo último será interrogar a dos testigos más. Darwin Medina, herido de bala mientras comía en la tostada Los Cuatro Hermanos y el dueño del local.

Chile, alerta

El Gobierno de su país natal, siempre está en contacto de cómo va el caso y sus etapas. “En Chile hizo estragos la muerte de mi hija, constantemente les reporto del caso”. A Alejandro Méndez, fiscal nacional 76.° encargado del caso, lo destacó como un profesional excelente. Dijo que han hecho todo lo necesario hasta para que el cónsul no tenga que viajar al centro del país y abandonar sus funciones.

Para el diplomático dejar Venezuela y regresar a su tierra desde de cero es un “plan B, muy posible”, pero aclaró que no por las amenazas que recibe. “Son cosas que no me dan frío ni calor. Ya mis hijos están bien afuera y no temo nada”.  

En su hogar, donde vio crecer a sus cuatro hijos, donde los amigos de estos corrían y llenaban de alegría su morada, se ha convertido en un “espacio muy grande, solo y en silencio”. La casa ahora les queda grande, de a poco, la ausencia les ha afectado a él y a su esposa.

Aún despiertan creyendo que es una pesadilla. “A diario veo a mi esposa llorar”. Asegura que su “niña”, dejó huella en sus amigos de colegio, universidad y academia de baile. La felicidad de tenerlos a todos en su casa y no en la calle, le fue arrebatada de golpe por la inseguridad en las calles. En este caso, en una mala práctica policial.

“Mis hijos no llevaban droga”

En torno al caso y a la actitud de defensa de los hermanos Berendique, en las calles y en el barrio se ha comentado que los jóvenes estaban “montados” con droga y por eso huyeron de los policías. El delegado recordó que las alcabalas están suspendidas en Venezuela desde el 2005.

“Para poner una alcabala hay sus mecanismos”. Refutó que en esos operativos los oficiales deben tener una previa autorización del Ministerio competente, si es de día, a 50 metros antes del punto de control deben colocar señales o letreros alusivos a la medida, de ser de noche encender las luces policiales de las patrullas. “Esos funcionarios no cumplieron eso, ni logotipos visibles tenían en sus chaquetas”. Dijo que sus hijos no iban con droga, recortaban camino a la avenida El Milagro para ir al cumpleaños de José Crespo, su amigo.

Balacera en Teotiste

La noche del 16 de marzo de 2012, en la calle 8 del barrio Teotiste de Gallegos, los hermanos iban a bordo de una Chevrolet Trail Blazer plateada, Fernando (hijo) manejaba y Karen iba de copiloto. Al final de la calle, una motocicleta con dos funcionarios se les atravesaron apuntándolos con sus armas de reglamento.

Fernando no dudó en dar marcha atrás y tratar de huir, de lo que pensó era un secuestro. Las balas rompían el viento y el parabrisas del automotor. Cruzaba la esquina para huir marcha adelante y una bala ingresó por la puerta trasera izquierda e impactó en la nuca de la fémina. La cabina de la camioneta estaba en silencio, Fernando estiraba su mano para sostener a su hermana y saber si estaba bien hasta que vio la sangre.

Los funcionarios los alcanzaron, Fernando se bajó y gritó, ¿quienes son ustedes? A lo que los policías indicaron que hacían un operativo contra drogas y eran oficiales. Un rotundo, “somos hijos del cónsul de Chile”, bastó para desequilibrar la calma de los funcionarios.

Fernando pedía ayuda, mientras que los vecinos salían a ver qué pasaba y evitaban, según el cónsul, que asesinaran al joven. Montaron en una patrulla a Karen y la llevaron a una clínica en la calle 78 Dr. Portillo. Teniendo cerca siete centros de salud. El cónsul explicó que la pronta llamada al gobernador, a su abogado y allegados políticos, pudo evitar que “la historia fuese diferente”. A su criterio, y con agradecimiento, dice que el barrio al que tanto temen, le dio una segunda oportunidad a su hijo. 

Acusaciones a los funcionarios

Los fiscales 34.°, 39.° (e), 76.° nacionales, y el 45.° del referido estado, Desirée Boada, Carlos Morillo, Alejandro Méndez y Alexis Perozo, respectivamente, acusaron a los agentes Luis Bohórquez, Fernando Urdaneta, Dinolkys Reyes y Jeferson Villalobos, por presuntamente ser coautores en el delito de homicidio calificado con alevosía y motivos fútiles, en perjuicio de la joven muerta; y coautores en el delito de homicidio calificado con alevosía y motivos fútiles, en grado de frustración, en relación con Fernando Berendique, hermano de Karen Berendique.

Igualmente, los cuatro funcionarios fueron acusados por el delito de uso indebido de arma de fuego. Los fiscales también acusaron a Bohórquez, Urdaneta y a Reyes por la presunta comisión del delito de lesiones intencionales en perjuicio de Darwin Medina, quien resultó herido de bala en medio de los disparos.

Las violaciones

La comisión de la Policía científica salió esa noche a buscar a los ladrones de carros en el barrio Teotiste de Gallegos. Instalaron una alcabala temporal pese a su prohibición. Algunos de ellos tenían chaquetas negras. Las autoridades nacionales aseguraron que no les ordenaron iniciar ese procedimiento, fuentes policiales indicaron que antes de salir, todos firmaron la orden. Hoy, tanto los Berendique como las familias de los funcionarios se unen en una sola consigna: justicia.

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