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No estaba manifestando. Nunca lo hecho por miedo a lo que pueda ocurrir, pero durante el paro cívico del pasado jueves esto no salvó a Maydel Chiquinquirá Arias Leal (38) de ser atacada en su propia casa por un efectivo de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB). No puede dormir. Su vida ya no es igual. Perdió el ojo izquierdo, luego de que uno de los uniformados que irrumpieron en su vivienda le apuntara directamente al rostro.
“Yo estaba comiendo. De repente vi que mi esposo cerraba la puerta principal porque los guardias, que estaban en moto con policías regionales y oficiales de Polimaracaibo, ya se habían metido con sus motos al porche. Rompieron los vidrios de la ventana y por allí lanzaron bombas lacrimógenas hacia adentro. Todo estaba blanco por el humo. Yo corrí buscando a mi hijo de nueve años. Lo encontré y lo escondí en la cocina. Cuando me regresé a cerrar la puerta del cuarto, uno de los guardias apuntó por la ventana y me disparó una bomba lacrimógena. El impacto me lanzó como a dos metros. Él tuvo que haberme visto porque si no, hubiera seguido disparando. Fue horrible. Yo me levanté, sólo buscaba mi ojo, mi casa parecía Irak. Cuando me vieron ensangrentada se fueron”, relató Maydel este martes, mientras descansaba en su hogar. Un día antes le dieron de alta médica. Los especialistas prevén tres meses de recuperación. El impacto de la bomba, le produjo estallido del globo ocular y laceraciones, además tuvo fractura de la órbita del ojo.
Lo que ella describe como un campo de guerra, no fue en Irak. Pasó en la calle 79 del barrio Francisco de Miranda, al lado del centro comercial Galerías en Maracaibo durante la ola de protestas contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro. Manifestantes corrían y se metían en las casas escondiéndose de los uniformados que los apuntaban con sus armas. Los guardias y policías irrumpían en los inmuebles sin diferenciar entre quién protestaba y quién no. Atacaban a todos por igual.
Maydel afirmó que nunca imaginó que algo así pudiera pasarle y menos en su propia casa. Durante el ataque, estaba acompañada por sus dos hijos, de nueve y 17 años; su suegra de 84 años –a quien sacaron desmayada- y su esposo. “Después me enteré que buscaban a dos muchachas que se habían metido a mi residencia. Nosotros no las estábamos escondiendo. Ellas se metieron y aún si las estuviéramos resguardando, por qué tengo que dar explicaciones si estoy en mi casa”.
Con su ojo malherido y el pánico que tiene desde ese día, asegura que ya no se siente segura en su hogar. “Me siento muy mal. Responsabilizo al gobierno. Es horrible lo que estamos viviendo. Es increíble que haya gente que no me cree cuando le cuento. Dicen que a lo mejor yo estaba guarimbeando, pero no es así”.
A pesar de las heridas afirma que lo peor es el miedo. “Hay que seguir en la lucha. Queremos una mejor Venezuela”, dijo.
La familia contó que lo peor fue ver cómo minutos después, un contingente de motorizados de la GNB pasó y se burlaba de ellos. Exigen justicia. No obstante, destacaron el rol de seis motorizados del Cpbez que auxiliaron a Maydel y la llevaron al hospital, rechazando la acción de los guardias.
Denunciaron que los guardias les robaron dos celulares.
Colaboración
La víctima y su familia piden colaboración, ya que amerita una prótesis ocular. Quienes deseen colaborar pueden comunicarse al (0261) 7784742. Para depósitos pueden hacerlo a la cuenta corriente 0116-0144-87-00214-681-84 del Banco BOD. A nombre de Maydel Arias Leal, con cédula 14.007.828.
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