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En el 7.° Seminario de la Red Universitaria Internacional de la Fraternidad, realizado en Maracaibo, entre el 12 y 14 de octubre en el Hotel Kristoff, el rector de la Universidad Católica Cecilio Acosta (Unica), Ángel Lombardi, afirmó, que: Venezuela había vivido -antropología política- una suerte de dictaduras militares de las cuales se había liberado después del golpe de Estado del 23 de enero de 1958, cuando una alianza (Junta Patriótica presidida por el Almirante Wolfgang Larrazábal) asumió el Gobierno provisional de Venezuela.
Un intento de democratizar al país ocurrió el 14 de diciembre de 1947, cuando, por sufragio, popular y directo, Rómulo Gallegos resultó electo presidente constitucional de Venezuela, eliminando, el Gobierno de facto iniciado con el golpe de Estado al presidente Isaías Medina Angarita, el 18 de octubre de 1945.
Luego en 1948, después de grandes disturbios, es depuesto de la presidencia de la República, por una Junta Militar de Gobierno formada por, Delgado Chalbaud, Marcos Pérez Jiménez y Luis Felipe Llovera Páez, quienes, condicionaron la lealtad de las Fuerzas Armadas al Gobierno con la salida de Gallegos del país. Este asalto a la democracia duró desde 1948 hasta 1958.
Para Lombardi, Venezuela recuperó su democracia “imperfecta” bipartidista, en 1960 con Rómulo Betancourt como presidente y una nueva Constitución. La misma duró hasta el advenimiento del -llamado por Carlos A. Pérez, “gobierno de delincuentes”- chavismo” con las elecciones de 1998.
Hasta ese lapso de la historia, ningún gobierno, ni de facto, ni demócrata, habían tenido el negativo atrevimiento de alterar los símbolos patrios de la nación venezolana, la cual desde la gesta de Carabobo había rendido culto a los mismos con honores y orgullo que se merecía nuestra estirpe heroica. ¡El chavismo lo hizo!
“Estado moderno entendido como único depositario de la soberanía y como único sujeto de la política (…) pro¬cura justificar nuevas formas de poder y dominio sin la explí¬cita definición de las relaciones de poder (…). Precisamente porque está privado de un fun¬damento trascendente, el orden político moderno es artificial”. (Carlo Altini)
La difusión del himno nacional, con la letra alterada es un intento sublime para enajenarle y cercenar el mensaje original que inspira al pueblo a lanzar el yugo que le afecta actualmente.