En el terreno donde vivía el hombre, los investigadores consiguieron huesos esparcidos en la arena y encima de una mesa y plato con carne humana
En la casa donde vivía el nuevo “Comegente” de Venezuela consiguieron huesos esparcidos por la arena y en una mesa de madera había un plato con piel humana carbonizada entre conchas de naranja. Al lado había dos frascos con aceite y un sartén cubierto con papel aluminio. Todo esto en una finca en Barlovento en el estado Miranda. Los funcionarios buscaban al propietario de la finca, rompieron el piso y descubrieron una osamenta.
A Luis Alfredo González Hernández lo detuvieron y tenía en su poder seis cuadros que pintó con la sangre y las cenizas de sus víctimas. Las pesquisas de los detectives de la Policía Científica, adscritos a la subdelegación de San José de Barlovento, en el estado Miranda, encontraron también documentos de identidad pertenecientes a ciudadanos ajenos a la comunidad enterrados debajo del piso. Los investigadores presumen que el caníbal después de descuartizarlos los ocultaba en una fosa.
El comisario general Douglas Rico, director nacional de la Policía científica, catalogó al asesino como el nuevo Dorangel Vargas Gómez (60), mejor conocido como el “Comegente”, en 1999 interceptaba a hombres que caminaban por las orillas del rio Torbes, en el estado Táchira, después de matarlos con una lanza, los arrastraba hasta el rancho donde vivía para descuartizarlos y comérselos. Vargas está detenido en el Cuartel de Prisiones de Politachira.
El Hannibal Lecter de Miranda respondió a las preguntas formuladas por los efectivos, admitió su culpabilidad, el infortunado le pidió que lo asesinará y utilizará su sangre y cenizas para crear obras de arte. Los lienzos que decoraban las paredes de la residencia quedaron como evidencia.
Hay datos que refieren que el “Artista Caníbal” habría matado a Lisandro Rosales García, “a quien presuntamente le cumplió su última voluntad: realizar una pintura en lienzo con su sangre”. Con este caso se revive la experiencia del canibalismo en Venezuela.
El hombres además de pintar los cuadros con la sangre de las víctimas, se las comió y se están haciendo investigaciones con los documentos que se encontraron, porque se presume que sean de personas que están reportadas como desaparecidas en delegaciones de policías en el país.