Una bala expía sus pecados

Los mu00e9dicos entubaron a Francisco tras pegarse un tiro y en ambulancia lo llevaron a una clu00ednica. (Fotos: La Verdad)

Francisco González Aristilleta, director de la cárcel de Maracaibo en 2001, se voló la cabeza. Antes de morir confesó su delito y delató a sus cómplices. Se le vinculó con la evasión de dos narcos

La evasión de dos narcotraficantes de la Cárcel Nacional de Maracaibo, en Sabaneta, obligó al director del penal, Francisco González Aristilleta, a tomar su decisión…sacó su arma y se disparó en la cabeza. El proyectil hizo estragos, le voló el 50 por ciento de la masa encefálica, pero no lo mató. Antes de intentar suicidarse, tuvo tiempo de recapacitar, meditar sus culpas, arrepentirse y confesar su crimen en una carta: sus negociaciones con una presa que huyó a Colombia y su participación en la fuga de los dos traficantes de droga.

A González lo sacaron con vida de su oficina. Ingresó en estado crítico a una clínica de El Varillal el 13 de agosto de 2001. Los médicos de la emergencia lo estabilizaron y  lo enviaron a otro centro de salud, ahí lo recluyeron en la Unidad de Cuidados Intensivos. Tras 26 horas, murió.

Quienes compartieron con el director sus últimos días recuerdan que su  intranquilidad empezó el 11 de agosto luego de que Manuel Rosales, gobernador de aquel entonces, anunciara la intervención del penal. Los cómplices de los colombianos Julio Rafael Gutiérrez Pimienta y Jorge Luis Cancino Ospino debían aparecer. Se organizaron dos investigaciones: una interna contra los funcionarios y otra para agarrar a los prófugos. Ese mismo día anunciaron la remoción de las autoridades de la cárcel por orden del Ministerio de Interior y Justicia.

El director estuvo pendiente de cada detalle del caso por dos días. El 13 de agosto se encerró en su despacho por horas, al anochecer caminó hasta los pabellones, les dio instrucciones a los custodios y regresó a su despacho. Allí, buscó su pistola, se encerró en una habitación al final de la oficia y apretó el gatillo. Luego de su deceso, los investigadores regresaron al dormitorio y en la inspección encontraron la misiva con el mea culpa del difunto.

La fuga

Al argentino Marcelo López -supuestamente el capo de la banda- y a los colombianos Julio Rafael Gutiérrez Pimienta y Jorge Luis Cancino Ospino los capturaron en un galpón de la Zona Industrial de Maracaibo el 3 de febrero de 2011. Escondían en un camión, tipo cava, mil 187 kilos con 350 gramos de cocaína. La Policía los detuvo cuando escondían en un doble fondo de la plataforma del vehículo el cargamento, lo distribuyeron en mil 38 porciones, unas con pureza del 96% y otras con un 92%.

El 25 de mayo de 2001, el Juzgado Quinto de Juicio Unipersonal del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia, condenó a los extranjeros a 15 años de pena por la comisión del delito de tráfico de estupefacientes y ordenó su reclusión en el área de Reeducación de Sabaneta.

Tres meses en el penal fueron suficientes para hacerse de amigos y cómplices. Pagaron 100 millones – 100 mil bolívares actualmente- para que los funcionarios de guardia los dejaran salir sin mayores contratiempos en un camión 350. El único que no escapó fue el argentino.

Las pistas

En su confesión escrita, González responsabilizó a tres efectivos de la GN, adscritos a la Tercera Compañía del Destacamento 35, encargada de del resguardo del centro penitenciario. Pero las investigaciones  vincularon además a dos oficiales de la Policía regional, el civil que condujo el camión y cuatro vigilantes del Ministerio del Interior y Justicia.

A una semana de la muerte del director, un nuevo elemento relucía. Según fuentes, en la carta señalaban al capitán Evelio Fernández. Lo buscaron para interrogarlo, pero en ese momento había viajado para  Bogotá, Colombia. Apenas regresó acudió al Ministerio Público para defenderse. Al salir del interrogatorio, explicó a la prensa que tenía dos meses y medio a cargo de la Tercera Compañía y que en sus pocos días en la dirección pudo alertar sobre la evasión de los extranjeros. Nadie lo escuchó.

Fernández aseguró que le había hecho seguimiento al director y durante una conversación le había exigido que le explicara para qué viajaba a Colombia. Nunca le respondió.

El capitán sospechaba que el director se reunía con María Isabel González Mendoza, una narco detenida en Venezuela el 13 de noviembre de 1996, por delito de drogas y documentación falsa. La condenaron a 15 años de prisión. Con quien negociaba la liberación de los narcos.

Las fuentes policiales explicaron que la mujer de nacionalidad colombiana, recibió el beneficio de destacamento de trabajo de manera irregular por parte del Ministerio de Interior y Justicia, el 28 de noviembre de 2000, pero se dejó de presentar el 12 de febrero de 2001. Desde ese momento se refugiaba en Colombia.

González acompañó asl exgobernador Manuel Rosales por su recorrido dentro de Sabaneta, una semana antes de quitarse la vida

Tras las rejas

La amenaza de intervención de la cárcel modelo no se concretó y por la evasión de los narcotraficantes no hubo detenidos ni condenados. Lo dos evadidos eran responsabilidad de Interpol.

Tres meses después del escándalo en Sabaneta, la Sub-Dirección de INTERPOL Bogotá, informó a través de un comunicado que los penados han sido ubicados y que ya estaban tras las rejas.

Del suicidio del director de la cárcel nadie habló. Por su confesión manuscrita no hubo detenidos. Fue el único que pagó con su vida la corrupción carcelaria.

Reseña

Víctima: Francisco González Aristilleta.

Fecha y resumen: Se suicidó el 13 de agosto de 2001 por temor a que lo detuvieran por su participación en la evasión de dos narcotraficantes de la Cárcel de Maracaibo.

Expediente: Policialmente cerrado.

Visited 12 times, 1 visit(s) today