El “uribista” Iván Duque y la izquierda, del exguerrillero Gustavo Petro, son las opciones favoritas para ganar el domingo la Presidencia colombiana. Otros tres candidatos: Sergio Fajardo, Germán Vargas Lleras y Humberto de la Calle, optan por asumir el poder en el vecino país
Los colombianos votarán el próximo domingo para elegir a su nuevo presidente en un ambiente de polarización en el que el favoritismo está repartido entre la derecha, que representa el “uribista” Iván Duque, y la izquierda, del exguerrillero y exalcalde de Bogotá Gustavo Petro.
Las opciones de centro, Sergio Fajardo y Humberto de la Calle, no han calado en el electorado que considera sus discursos tibios frente a las posiciones radicales de Duque y Petro, mientras que el exvicepresidente Germán Vargas Lleras, también de la derecha, sigue sin encontrar su puesto.
Duque, candidato del Centro Democrático, está hace más de dos meses al frente de las encuestas con una intención de voto que, según las tres últimas, oscila entre el 35 y el 41,5 %, insuficiente para resolver la disputa en primera vuelta.
Sin embargo, la campaña de Duque aspira a ganar “en primera”, algo que en el país solo ha conseguido su mentor, Álvaro Uribe, en 2002 y 2006.
Para el uribismo, “el castrochavismo” está representado por Petro, del movimiento Colombia Humana, por su cercanía con el Gobierno de Venezuela, al que hasta hace poco defendía públicamente negando la existencia de una crisis en el país vecino, y por su admiración hacia el fallecido presidente Hugo Chávez.
Petro no solo se ha alejado del chavismo en sus últimas declaraciones sino que además recuerda al uribismo vínculos con paramilitares y el narcotráfico.
Las últimas encuestas sitúan a Petro, exmiembro de la guerrilla disuelta M19, exsenador y exalcalde de Bogotá, en segundo lugar, con una intención de voto de entre el 24 y el 29,5 %, lo que aumenta la polarización nacional.
Petro, el exguerrillero con el que sueña la izquierda
La candidatura de Gustavo Petro hace soñar a la izquierda colombiana con la posibilidad de ganar por primera vez la Presidencia.
Polémico, de verbo suelto y discurso encendido, Petro lidera el movimiento Colombia Humana y su escenario preferido son las plazas públicas que suele llenar de seguidores y en las que se presenta como sucesor del ideario de políticos del siglo XX que fueron asesinados, como Jorge Eliécer Gaitán, Luis Carlos Galán o Carlos Pizarro.
Se dio a conocer como político en el Senado donde alcanzó una gran popularidad por sus denuncias contra la corrupción, pero fue como alcalde de Bogotá donde proyectó su candidatura con una gestión no exenta de polémicas.
Petro nació en Ciénaga de Oro, en el caribeño departamento de Córdoba, el 19 de abril de 1960, exactamente diez años antes de la creación de la guerrilla Movimiento 19 de Abril (M-19), que marcaría su vida y trayectoria política.
En esta campaña presidencial se le ha criticado su amistad con el fallecido presidente venezolano Hugo Chávez y se le señala de querer llevar al país a una situación como la de Venezuela.
Petro se defiende y en una posición crítica con el Gobierno de Nicolás Maduro, aseguró esta semana que la democracia en ese país “enfrenta una crisis de legitimidad estructural”. “Venezuela transita un doloroso camino de secuestro de la democracia”, manifestó tras las elecciones del domingo en las que fue reelegido Maduro.
Iván Duque, el rostro fresco del uribismo
A Iván Duque Márquez, líder en las encuestas de intención de voto para la Presidencia colombiana, la vida le cambió de manera vertiginosa en los últimos cuatro años, cuando pasó de ser un desconocido y novato en política a la carta del uribismo para volver al poder.
Duque, de 41 años, es el más joven de la baraja de candidatos a la presidencia en las elecciones del próximo domingo, en las que se presenta como abanderado de un sector de la sociedad insatisfecho con el acuerdo de paz firmado con las FARC y que teme que el país se convierta en una segunda Venezuela, a cuyo Gobierno no vaciló en llamar “dictadura” desde el primer momento.
Su discurso es una versión moderada del usado por el expresidente Álvaro Uribe, líder del partido Centro Democrático en el que Duque ha hecho su corta carrera política, primero como senador en el periodo 2014-2018 y ahora como candidato presidencial.
Hace un año, cuando la campaña apenas empezaba, muchos colombianos afirmaban que votarían “por el que diga Uribe” y ese resultó ser Duque, que se impuso por amplio margen en una consulta interna y el pasado 11 de marzo en una entre partidos de la derecha para obtener así la nominación presidencial.
Duque nació en Bogotá en agosto de 1976 y creció en una familia liberal de la mano de su padre, Iván Duque Escobar, gobernador del departamento de Antioquia (noroeste), ministro de Minas y Energía en la presidencia de Belisario Betancur (1982-1986) y registrador nacional.
Sergio Fajardo
Sergio Fajardo, de la Coalición Colombia, de centroizquierda, se presenta como la opción moderada, el candidato de “la esperanza”, con una propuesta de gobierno basada en la educación y en su experiencia como profesor universitario, exalcalde de Medellín y exgobernador de Antioquia. Sin embargo, la “ambigüedad” que le achacan le quita adeptos porque sectores de la izquierda lo ven como de derecha y la centroderecha, que podría apoyarlo, lo siente de izquierda por aliarse con el Polo Democrático Alternativo (PDA), partido del que hizo parte Gustavo Petro.
Germán Vargas Lleras
Se inscribió por el movimiento Mejor Vargas Lleras y luego recibió el apoyo de su propio partido, Cambio Radical, estrategia que no le funcionó porque su intención de voto está entre el 6 y el 14,3 %, pese a que comenzó la campaña como favorito. Su campaña ha dado bandazos porque primero intentó desmarcarse del presidente Juan Manuel Santos, de quien fue vicepresidente (2014-2017), pero luego pasó a defender su labor de Gobierno, lo que tampoco le ayuda dada la baja popularidad del mandatario, que ronda el 25 %.
Humberto de la Calle
El liberal Humberto de la Calle busca ganar la Presidencia de Colombia con una propuesta basada en la defensa del acuerdo de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, del cual fue jefe negociador del Gobierno, mensaje que no encuentra eco en el electorado hasta el punto de que su intención de voto se mueve entre el 1,9 y el 3,5 por ciento.