Una historia de película: el robo de las 55 estatuillas Oscar

La 72.° entrega de los Premios de la Academia fue considerada como la más llena de contratiempos de la historia. Ese año también desaparecieron misteriosamente más de cuatro mil papeletas destinada al voto de jurados, la lista parcial de los nominados se divulgo por Internet y The Wall Street Journal amenazó con publicar un sondeo con los nombres de los posibles ganadores

Hace 17 años, un acto sin precedentes dejó boquiabierta a la crítica mundial: el robo de 55 estatuillas del Oscar una semana antes del evento de entrega. Ese año, los premios de la academia estuvieron signados por una nube oscura, por una seguidilla de acontecimientos nefastos. Primero fue la misteriosa desaparición de cuatro mil de las cinco mil 600 papeletas de voto, y luego, el rumor de un sondeo de The Wall Street Journal que, rompiendo el secreto pacto que desde hace 40 años mantenía la Academia y la prensa, amenazó con restar suspenso a la noche de los premios.

El robo de las 55 estatuillas de los Oscar fue en un muelle de los suburbios de Los Ángeles el 18 de marzo de 2000. Bruce Davis, portavoz de la Academia, pidió calma; "la 72.ª ceremonia no peligra", aseguró al explicar que las estatuillas serían reemplazadas. "Sospechamos que los ladrones desconocían lo que contenían las 10 cajas que robaron, así que si las devuelven simplificarían su problema y el nuestro".

El primer comunicado de la Academia, fue a primera hora de la mañana: "Un cargamento con los Oscar, para la ceremonia del 26 de marzo, ha sido aparentemente robado de un muelle de Road Way, en un suburbio de Los Ángeles". Las estatuillas, bañadas en oro de 24 quilates, habían llegado, como cada año, desde la fábrica de R.S Owen, de Chicago. El número de figuras es siempre aproximado, ya que las 23 categorías en que se dividen los premios no siempre recaen en una sola persona. 

El FBI y la Policía de Los Ángeles investigaron el robo de las 10 cajas y se ofreció una recompensa de 8,5 millones de pesetas por cualquier información. Cada caja pesaba unos 25 kilos y su valor total es de más de tres millones de pesetas.

La periodista Elsa Fernández, del diario español El País, reseñó en una crónica que Bruce Davis, director ejecutivo de la Academia y su portavoz, incluso se carcajeó durante una absurda conferencia de prensa que la Academia convocó para dar su versión de lo ocurrido. Un periodista preguntó si habían mirado en casa de Jim Carrey, mientras otro, más serio, planteó si no se trataba de una operación de promoción”. 

Según la diarista, quizá la nerviosa risa de Davis encerraba una pequeña alegría: el polémico sondeo que se esperaba en las páginas de The Wall Street Journal también desapareció misteriosamente. 

Una historia de ficción

Tres días después del hurto, las estatuillas aparecieron de modo milagroso, en una resolución como de película. Los galardones fueron encontrados de casualidad, en un contenedor de basura en la parte posterior de un supermercado, en Corea Town, Los Ángeles, por un hombre que revolvía entre las cajas. 

La Academia de Hollywood comprobó horas después la autenticidad de las estatuillas, todavía envueltas en su embalaje original. El hombre, llamado Willie Fullgear, no avisó a la Policía, sino a un canal de televisión. En las cajas se encontraron 53 estatuillas de las 55 que habían sido robadas. A última hora de la noche, la Policía dijo haber detenido a dos sospechosos del robo. La tesis de la Policía fue que dos delincuentes habrían robado los camiones sin saber qué carga llevaban, para abandonar luego el contenido al darse cuenta de que estaban en un ojo de tormenta.

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