Una hora a merced de dos robaquintas 

Las patrullas acordonaron la calle para evitar la huida de los desconocidos. (Foto: Crisbelis Salas)

A una de la víctima le introdujeron la mano en la boca para que no gritara. La anciana convulsionó frente a los atracadores. Una de las víctimas se desató, llamó a su esposo y este a Policabimas. En cuestión de minutos liquidaron a los dos ladrones

Una casa totalmente enrejada fue el blanco para un par de antisociales. Está ubicada en la calle Manzanare, en el sector Delicias Viejas de Cabimas. Astutamente, los delincuentes cerraron las válvulas del agua para provocar que algún miembro de la familia saliera al patio trasero. Aguardaron y sigilosamente, cuando la propietaria salió a verificar la irregularidad, la apuntaron y lograron ingresar. 

A las 10.30 de la mañana, dos mujeres, un hombre y dos niños quedaron a merced de los robaquintas. A todos los amarraron con los cordones de los zapatos. Mientras la tensión aumentaba, uno de los delincuentes golpeó a una de las mujeres y le introdujo los dedos en la boca para evitar que gritara. La mujer convulsionó y la situación de rehén empeoró. Ya había transcurrido hora y media, detalló una de las víctimas a la Policía. 

Durante 150 minutos, la pareja de delincuentes había guardado en tres bolsos algunas prendas de valor y artefactos eléctricos y electrónicos. En el vehículo, propiedad de las víctimas y donde pensaban huir, colocaron dos televisores, aires acondicionados y otros enseres.   

La más joven logró zafarse y tomó el teléfono. El primer número que discó fue el de su esposo y lo alertó sobre la situación. De inmediato, el hombre notificó a la central telefónica y se activó un despliegue.

Johan Carvajal, director de Policabimas, informó que los primeros funcionarios que llegaron a la vivienda ingresaron en el patio trasero. Posteriormente, una unidad se apostó en el frente. Los delincuentes vieron la patrulla y al intentar huir les dispararon a los funcionarios.

“En ese momento los efectivos intentan repeler la acción y se registra el intercambio de disparos, los hieren a ambos y los llevan al ambulatorio urbano de la H, donde fallecen minutos después”.

Un vecino, quien no se identificó, comentó que hace una semana uno de los delincuentes rondaba el lugar, llegó a la vivienda y pidió algo para comer. Las edades de los maleantes rondan entre 30 y 35 años. Sus identidades se desconocen. Ambos cadáveres permanecen en la morgue del Hospital de Cabimas. 

 

 

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