Sé
El ocaso de la era “socialista” está llegando y el sol empieza a salir. Cada vez se siente más arrinconado el régimen y está utilizando sus últimos cartuchos. Mismos que vienen cargados de mucho plomo y gases ¿Pero quién dijo que sería fácil salir de ellos?
Desorientado Maduro, comete errores uno detrás del otro y componerlos le ha salido muy caro hasta la fecha. Estos últimos días se han vivido intensamente, entre autogolpe y la instauración de una neodictadura que pretende con cara ‘e tabla mantenerse en el poder sí o sí. El ala radical del chavismo (Diosdado y Tareck El Aisami) presiona y se radicaliza aun más, dejando acorralado al ilegitimo a hacer lo que dictan sus pretensiones, ya que saben que al pisar algún país extranjero serian enjuiciados por narcotráfico y corrupción.
La posición de la Fiscal General (ajustada a la ley), el recule del TSJ y el silencio ensordecedor de Padrino López, pone en jaque lo que marca la institucionalidad en el país. ¿Cuál es el juego? ¿Qué otras cartas más quedan por jugarse? Sinceramente con estos tipos he perdido la capacidad de sorprenderme y esperar de ellos cualquier cosa por mas fracturados que se vean… a la final los une un mismo fin, el poder.
Del otro lado de la acera, tenemos a quienes he venido cuestionando sin cesar por cierto tiempo, una Unidad enmarcada en un sinfín de vicios de la vieja política Venezolana, vicios que llevaron a instalarse el mal en Venezuela desde 1998 encargado en Hugo Rafael Chávez. Entre malas decisiones tomadas como el ir al dialogo o enfriar la calle en 2014 y criminalizarla, la sobrevivencia del mismo sector pasa por la ineficiencia del otro.
Así nos llevaron al 6D de 2015 a unas elecciones donde la mayoría de los venezolanos depositamos la confianza en 112 diputados, que tendrían la ardua tarea de enfrentar al régimen en un escenario mucho más parejo. Decepciones y pésimo manejo de la estrategia política ha sido el pan de cada día de la MUD en más de 10 meses interrumpidos. ¿Qué los motivó a despertar? El haber confiado en el diablo y que este mismo les disolviera la AN de un plumazo.
Oportunistas o no, es la dirigencia que tenemos y la he visto en estas dos últimas protestas llevando el rol que todos le conferimos y les pedíamos sin cesar. Apelo a ese espíritu libre y fuerza renovadora que tenemos todos los venezolanos.Sé y estoy seguro que juntos podemos derrotar esta maldad que se ha instaurado.Desde la distancia mi energía y toda mi fuerza con ustedes ¡mis valientes!. Más pronto que tarde volverá a salir el sol en nuestro país.¡Animo y fuerza!