
Pequeños
El 24 de julio los maracaiberos no solo conmemoran el natalicio de Simón Bolívar y la Batalla Naval del Lago, sino también la fecha en la cual el primer teatro abrió sus puertas a la ciudad. Por eso, la Orquesta Latino Caribeña Infantil del Zulia le regaló al Teatro Baralt una noche con sonido latino y paseó por canciones de Juan Luis Guerra, Billo Caracas Boy´s, Argenis Carruyo y otros artistas en el concierto Poesía Sonora, la noche del viernes, en el marco de los 132 Años de Grandes Momentos del recinto cultural.
Con pantalón negro, camisa blanca, corbatín y boina los niños, con vestidos azules las niñas, aparecieron los 41 integrantes de la orquesta detrás del telón listos para debutar en la gran sala del teatro que tenía las 683 butacas ocupadas. El maestro Josué Blanco, con pantalón caqui, camisa blanca, boina y de espaldas al auditorio, dirigió a los músicos en un show que impregnó el ambiente con el aroma de semillas tostadas y molidas de café en cuanto interpretaron Ojalá que llueva café del artista dominicano.
Los pequeños sorprendieron al público levantándose de los asientos con instrumentos en mano para demostrar que, al igual que el director Blanco, ellos gozan el tiempo en escena. Las personas los acompañaron con palmadas al ritmo de Mambo 5, Tú, Estrellitas y duendes, Mi Tierra, La esencia del guaguancó; temas del repertorio que preparó la Latino Caribeña para el disfrute de todos.
Invitados de lujo
Argenis Carruyo no tardó en subir al escenario a cantar Caminito de Guarenas y El baile de los mangos. Emocionado y orgulloso del talento musical que estos niños y jóvenes de entre cinco y 19 años tienen, dijo que “esto es pa’ volverse loco, es un placer que me hayan invitado”. Tras bastidores, los pequeños músicos no dejaban de pedirle fotos al ídolo y Volcán de América.
Entre solos de piano, los instrumentos de percusión y los de viento, la orquesta descargó la adrenalina que el ritmo latino les hace sentir con sus guarachas, boleros, merengues y danzones. Más tarde, Caibo compartió su Poesía Criolla con las tres voces masculinas de la banda e hizo que los espectadores se alzaran de las butacas para agradecerles cuando entonaron La promesa.
La noche avanzaba y aunque no alcanzó para mirar el reloj, sí para que tocara el Ensamble Infantil de Música Zuliana del Núcleo Alma Llanera Santa Rosa de Agua, bajo la batuta de su director, el maestro Mayneth Espina. Alrededor de 25 pequeños músicos, vestidos con chaquetas tricolores, fusionaron ritmos venezolanos con música clásica. Deleitaron a los asistentes con el sonido del cuatro, la tambora y las maracas, al tiempo que interpretaban Aquel zuliano de Ricardo Cepeda y Cuando voy a Maracaibo de Maracaibo 15.
La asistencia al evento fue masiva y hubo personas que no pudieron entrar al Baralt