Considero
Los diversos abordajes sobre las fuentes de progreso económico y desarrollo social, siguen centrando parte de sus explicaciones en el ya conocido sujeto emprendedor y, específicamente, en su acción de emprendimiento. Generalmente expuesto como un actor de cambio, sus relaciones en red y su propensión a innovar, sostienen muchos de los vínculos en las sociedades del conocimiento.
Ahora bien, se le atribuye a esta persona, la activación de la economía desde el punto de vista territorial, partiendo quizás de la existencia de condiciones favorables en un denominado ecosistema empresarial y de reglas de juego favorecedoras del espíritu emprendedor. Una interrogante que emerge ante nuestra situación, sería: ¿Puede el emprendedor ser un agente que venza las crisis económicas?
Responderla implica reconocer que aún cuando el sujeto de cambio citado posee atributos como visión para detectar oportunidades, necesidad por el logro, autoconfianza, propensión a asumir riesgos, entre otros, requiere de importantes factores externos que estimulen sus iniciativas y proyectos.
Las instituciones e infraestructuras sociales, las condiciones organizacionales y tecnológicas inciden fundamentalmente en la amplitud o estrechez de los núcleos de emprendimiento. Allí, la universidad como eslabón crucial que enlaza con los mercados desde el punto de vista económico, viene reconociendo la responsabilidad que sobre la promoción del emprendimiento debe asumir, no solo en tiempos de bonanza, sino particularmente en circunstancias adversas como las que se viven actualmente en Venezuela. El momento exige a la universidad a proteger a sus emprendedores, por ser células de restauración del tejido socioeconómico de los ámbitos locales y regionales y así, del país en suma.
En situaciones desfavorables y opuestas para su crecimiento, el emprendimiento individual y colectivo no desaparecerá, porque en primer lugar, obedece a la naturaleza de supervivencia y expansión del hombre y en segundo lugar, por la existencia de instituciones que protejan las ideas y estimulen la búsqueda de respuestas en el conocimiento. Considero que la universidad en el país puede encontrar a través de nuevos mecanismos de protección al emprendedor, un medio para seguir enfrentando el deterioro social y económico que enfrenta Venezuela y restaurar el sistema particular de valores, creencias y costumbres de una parte de la sociedad emprendedora.