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La prevalencia de hipertensión arterial en Venezuela, según varios estudios epidemiológicos, es de alrededor de 30 %, es decir, que de cada tres personas una es hipertensa. Así lo informó el doctor José Ramón Gómez Mancebo, profesor de la cátedra de cardiología de la Escuela de Medicina Luis Razetti, Universidad Central de Venezuela, Hospital Universitario de Caracas.
Indicó que un estudio realizado en el año, para evaluar el factor de riesgo cardiovascular en siete ciudades de Latinoamérica, entre las cuales se incluyó a Barquisimeto, se encontró que en esta población venezolana el promedio de personas hipertensas es de 24,7 %, con mayor incidencia en los hombres (27,5 %) que en las mujeres (22,9 %).
La hipertensión arterial es una enfermedad crónica caracterizada por un incremento continuo de las cifras de la presión arterial que es la fuerza que ejerce la sangre sobre la pared de las arterias cuando la bombea al corazón, y es casi por completo asintomática, por lo cual la única manera de saber si una persona es hipertensa es tomando la presión arterial adecuadamente.
Para medir la tensión de las arterias se toman dos valores: el punto máximo conocido como presión sistólica que se da en el momento del latido cardíaco que es cuando el corazón se contrae; y el mínimo, que coincide con la relajación de las paredes del corazón y depende de la resistencia del circuito vascular arterial conocida como presión diastólica.
Entre rangos
Los valores de la presión arterial durante la actividad diaria son muy variables tanto para la presión máxima como para la baja, sin embargo, se toman como normales los rangos entre 100 y 140 mmHg (milímetros de mercurio) para la primera; y entre 60 y 90 mmHg para la segunda.
Cuando los valores de la presión arterial se toman en condiciones de reposo, con cinco minutos sentado, la espalda apoyada en el respaldar de la silla y el brazo en el que se toma la presión descansando sobre una mesa, y son mayores de lo considerado normal se consideran como hipertensión arterial, enfermedad que trae múltiples consecuencias para la salud.
Las manifestaciones de palidez, enrojecimiento de la piel, calor en las orejas, sensación de dolor de cabeza y otras manifestaciones no son fiables para hacer el diagnóstico porque son inespecíficas y, en general, no se relacionan con la presencia de esta patología, indicó el especialista.
Tratamiento oportuno
En la mayoría de los casos, la hipertensión arterial sistólica debe ser tratada con la combinación de al menos dos medicamentos. De manera que si uno de ellos es un bloqueador del receptor de angiotensina, el otro puede ser un diurético como la hidroclororiazida, que además de ser un buen antihipertensivo, tiene un efecto preferente en los hipertensos mayores de 60 años. Si además, el olmesartán y la diclorotiazida están contenidos en una sola tableta, mejora el cumplimiento del tratamiento.