Vecinos denunciaron que el problema cada día es más fuerte. La velocidad de los vehículos deben reducirla para no generarles daño. Los taxis tampoco quieren prestar sus servicios
Desde hace 10 años la mala vialidad de la urbanización Las 50, en el municipio Cabimas, es el problema de unas 300 familias, que aunque han amenazado con cerrar las calles en repetidas oportunidades, no les han dado respuesta. El Ejecutivo local ha recibido sus denuncias y solicitudes para hacer las reparaciones y no se acercan ni a inspeccionar.
Vecinos denunciaron que el problema cada día es más fuerte. La velocidad de los vehículos deben reducirla para no generarles daño. Los taxis tampoco quieren prestar sus servicios. Carla Guillén, denunció además que los delincuentes en moto enseguida los sorprenden para atracarlos o despojarlos de los carros.
Obligados, los usuarios se las ingenian al bajarse en calles cercanas a sus residencias y evitar ser víctimas de la delincuencia. “Entendemos a los transportistas, pero nosotros nos exponemos a ser víctima de ladrones”.
Con la llegada de la lluvia la mala vialidad los aqueja aún más, deben “sortear” los huecos. José Cabello, afectado, dijo que una comisión de ingeniería municipal debe acercarse hasta la zona, evaluar el mal estado de la carretera y reparar con celeridad. “Queremos calles dignas”.
La falta de alumbrado es otra de las debilidades de la urbanización. Después de las 6.00 de la tarde nadie sale de sus casas por temor a ser víctimas de la delincuencia. Un grupo de vecinos con frecuencia va a Corpoelec, pero solo alegan que no cuentan con los bombillos para el alumbrado público.
La situación se extiende hasta la plaza Rafael Urdaneta, ubicada dentro del sector, desde hace cuatro años está en remodelación y se presta para cometer hechos delictivos.