
Comerciantes
Una comisión de la Fuerzas Armadas y contraloría social cayó en el Mercado Mayorista del Sur, antes Mercamara. Inspeccionaron la compra y venta de productos regulados. Llegaron a verificar registros de movilización de bienes autorizados por Sunagro. En el cotejo, detectaron cinco códigos con domicilio fiscal en el mercado que no existen y donde los locales pertenecen a otros comercios.
“Constataron cinco razones (sociales) que no tienen vida en el mercado. Tenían código. Aparece que recibieron alimentos pero ahí están otros que tienen cuatro y cinco años funcionando”, informó Edward Villalobos Medina, presidente del mercado, negando que en las noches arriben gandolas con productos regulados para el contrabando. La Guardia Nacional y Policía regional y una empresa de seguridad custodian las instalaciones.
Señaló que se expende bajo control y seguimiento: azúcar, harina, aceite y arroz. Con ayuda de las intendencias ponen el ojo a las bodegas. Se bloquean a diario tres o cinco abastos y pequeños negocios. Los restringidos pasan a ser eliminados del plan de suministro de la Gobernación. Y la Superintendencia es la encargada de los códigos de movilización.
Los comerciantes formales ayer se defendieron de los señalamientos de contrabandistas. Rafael García, mayorista, explicó que en Sunagro hay guías de negocios que “son falsos. Siempre se acusa que nosotros recibimos y no es así. Hay unas mafias que pensamos tienen el control de parte de las guías. Las redireccionan al mercado pero cuando pasan el puente no llegan aquí”. Aseguró que no tiene que ver con el funcionamiento de los comercios.
En la actividad comercial de Mercasur aparecen 35 comerciantes, operan 32, dijo Edward Villalobos. Con la identificación de los cinco códigos considero sea el origen de las denuncias sobre irregularidades. Destacó que los activos surten de rubros regulados a cerca de dos mil clientes, entre bodegas, restaurantes, pequeños negocios e instituciones públicas (hospitales, comedores).
Nelson Briceño, mayorista, resaltó que hay controles gubernamentales de compra y venta. Existen procesos a seguir de Sunagro y de la Sala Situacional de la Gobernación del Zulia que recoge todas las distribuciones a clientes. Lo que entra y sale del mercado se sabe por las guías. Se elaboran censos de acuerdo a la coordinación de las Intendencias. “Nosotros tenemos años sin distribución de Polar y hay un decomiso y dicen que es de Mercamara y nosotros no tenemos guías de Polar”.
Landys Matos rechazó que siempre los tilden de “bachaqueros y que se prestan para la desviación de rubros”, cuando la realidad salta en los registros del sistema. “Todo está organizado”. Recordó que hace dos años Sunagro, antes Sada, bloqueó los códigos e inició un proceso de inscripción. Es el ente encargado de autorizar quién mueve la mercancía.
Los clientes también se defendieron. Ledya Mora, propietaria de Inversiones y Transporte Dayamara, mostró los documentos que deben presentar para comprar mercancía. Afirmó que los despachos “son iguales para todos. Antes era un desastre”. De acuerdo a la dirección del mercado se expenden 200 toneladas diarias de productos.