Usted  es la culpable

En los últimos tiempos, según el primer mandatario regional, Francisco  Arias Cárdenas  aparece otra intrusa, frenética, capitalista, neoliberal, salvaje y hostil, llamada sequía

El fenómeno El Niño, el cambio climático, la reducción de los gases de invernadero, los granjeros, la oligarquía, la lucha de clases, la plusvalía, los armadillos, los rabipelados, las iguanas y hasta el mismo oso panda, surgen siempre como los únicos culpables del alarmante déficit de agua potable en la entidad zuliana, conformándose como los constantes y eternos archienemigos, malévolos, crueles y despiadados agentes perturbadores del suministro del vital líquido, obviando hechos reales y evidentes como la inoperancia de la hidrológica, la falta de mantenimiento de las infraestructuras hidráulicas y el deficiente manejo de las obras  encargadas de aportar a la ciudadanía este vital recurso natural .

En los últimos tiempos, según el primer mandatario regional, Francisco  Arias Cárdenas  aparece otra intrusa, frenética, capitalista, neoliberal, salvaje y hostil, llamada sequía, catalogada en la actualidad como la responsable de las fallas existentes de agua en los embalses de Tulé y Manuelote, es decir, una vez más la historia se repite para los zulianos con el chiste clásico de responsabilizar a El Niño con su calentamiento del Pacífico como el culpable de que los dos grandes reservorios sobrevivan en riesgo permanente, ante lo cual  debemos ser buenos ciudadanos, dosificando nuestras necesidades básicas, sometiéndonos de manera rigurosa a un racionamiento o disminución del servicio, injusto y severo, así como la aplicación de sanciones desproporcionadas.

Expertos en Hidrología sostienen que hasta cuándo se buscan culpables ficticios, cuando todos sabemos que desde hace más de dos décadas no se construyen nuevas fuentes de suministro de agua en el  Zulia, necesarias y adecuadas para mantener la demanda de agua al mismo nivel de crecimiento de la población, ameritando construir un embalse nuevo cada 10 años, esta es una norma internacional que jamás se ha cumplido, sumándose la ausencia de conservación y protección de las cuencas de las diferentes afluentes naturales que rodean a la geografía zuliana y un permanente monitoreo que por Ley pertenece a Hidrolago, el cual solo anuncia racionamientos violentos y extremos cuando los habitantes llevan períodos  extensos sin el elemento vital.

Los embalses están elaborados para resistir etapas de sequía continuas, y temporadas lluviosas y persistentes, el problema radica al no existir planes macro y micro de medición, careciendo de políticas idóneas del funcionamiento de los embalses, restándole importancia a la ampliación de las redes de distribución, circunstancias que merman el agua en la región y el Gobierno empeñándose en culpar a enemigos fantasmales, fábulas mal contadas e historias inconclusas. Lo peor de todo, es utilizar el vil engaño de cuentos irreales para soportar este caos antinatural, inhumano y explotador, debido a que la realidad golpea duro al tener que pagar ocho mil bolívares por un camión cisterna con agua de sospechosa procedencia.

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