El parlamento municipal mantiene silencio sobre esta acción de los conductores, tal como sucedió en otras oportunidades
Sin estar autorizados por la Cámara Municipal para aumentar las tarifas del pasaje, los pocos conductores que quedan en las líneas urbanas del municipio Rosario de Perijá, decidieron cobrar a dos mil bolívares de manera general. La decisión trajo como consecuencia el rechazo de decenas de usuarios por considerarlo una arbitrariedad.
Los choferes alegan que la alta inflación en repuestos y otros accesorios es indetenible. “Ya no aguantamos más, cada día somos víctimas de los aumentos”, afirma Luis Suárez, conductor de la ruta Jalisco-María Alejandra de La Villa.
Los propietarios de los vehículos entienden la preocupación del pueblo, pero “los pasajeros deben comprender que esta profesión se hace cada día insostenible”, comenta Suárez. Aseguró que como va esto, tendremos que buscar mulas y burros para movernos, ya que mantener un carro es casi imposible”.
En la última Gaceta Municipal publicada por el Concejo Municipal se autorizó el cobro lineal de mil doscientos en las rutas urbanas, aunque sin una discusión previa y a tres días de diciembre los transportistas se alzan con una nueva medida.
Otras rutas interurbanas también elevaron el precio a tarifas que pasan del 50 por ciento. El ayuntamiento mantiene silencio sobre esta acción de los conductores, tal como sucedió en otras oportunidades.
Ante esta indiferencia del ente municipal, muchas personas deciden caminar como una alternativa ante el alto costo. “Cada día la situación empeora. Apenas ganamos para medio comprar comida. Hay que echar pata”, sentenció María Álvarez, vecina del sector El Recreo.