El
El Valencia apenas apareció en el RCDE Stadium y sufrió un monólogo de ocasiones sin puntería del Espanyol, pero provocó un terremoto con el gol de Kondogbia en el minuto 69 y deshizo al anfitrión, que se encontró con la sentencia de Santi Mina en los minutos finales.
El Espanyol fue mejor durante la mayor parte del duelo y sufrió, en el minuto 12, la lesión de Leo Baptistao tras una carrera por la banda derecha. Jurado entró en su lugar.
Fue lo único que le salió mal al conjunto local en los primeros compases contra el Valencia, que aflojó su empuje inicial y cedió el protagonismo.
Los locales, sin Baptistao, no vieron resentido su juego de ataque. A partir del minuto 20, el anfitrión disfrutó de varias de sus ocasiones más claras.
Los acercamientos del Espanyol eran constantes. En uno de ellos Aarón cayó en el área tras un encontronazo con Montoya y pidió penalti. El momento era claramente blanquiazul, mientras que el Valencia apenas daba avisos sobre la portería de Pau. El joven meta sólo se preocupaba de algún centro sin peligro.
Un mal guión para los locales, porque el fútbol va de goles y lo dejó caro el Valencia. Justo cuando el partido alcanzó su pico de tensión, con el dominio local claro y Marcelino expulsado después de que los dos técnicos discutieran, Kongodbia marcó en el minuto 69. El balón le llegó al francés en la frontal del área y firmó un zapatazo letal (0-1).
El giro, totalmente inesperado, obligó al Espanyol a afinar su fútbol vertical y permitió a los visitantes mantener una apuesta más conservadora. Los minutos pasaban y los de Quique Sánchez Flores, que habían recibido un golpe duro, no encontraban con facilidad el camino a la portería de Neto.
El tiempo de los blanquiazules ya estaba agotado. Habían tenido oportunidades y las habían desaprovechado. Santi Mina puso la sentencia al partido en el minuto 82. El delantero cerró el choque después de un centro de Soler y un desajuste defensivo local.