Han transcurrido horas desde que este 30 de abril de 2019, nuestro presidente (E) Juan Guaidó, madrugara al régimen usurpador, activando la Operación Libertad. Un suceso histórico que marcó un hito en la historia reciente de nuestro país
Un anuncio cargado de mensajes claros, determinantes y contundentes al usurpador y al mundo, allí en el Distribuidor Altamira, frente al bastión de la Base Aérea La Carlota, estaba Guaidó, pero también estaba Leopoldo López, más libre y más firme que nunca. Dando la cara, retando al régimen y desmontándole la farsa a cerca del respaldo de la fuerza militar y así lo demostró, que Maduro no tiene el control de la Fuerza Armada, ni el respaldo ni el respeto de la FANB y mucho menos del pueblo de Venezuela, porque no ha sido capaz de proteger a nadie.
Otra evidencia que quedó develada con la activación de la Operación Libertad es que el régimen es un verdadero nido de escorpiones, allí cada quien está listo para clavar la ponzoña a otros para salvarse.
El silencio cobarde de Maduro fue un indicador clave del impacto y la sorpresa que recibió al ver a Guaidó y a Leopoldo López unidos, de lo duro y certero que para él representó esta operación. Allí se percibió y vio a un Maduro más solo y errático que nunca, rodeado de escorpiones dispuestos a defenestrarlo en cualquier momento.
El respaldo internacional a esta operación ha sido fundamental para acorralar al usurpador. La incertidumbre y la angustia, que por años se ocupó de sembrar en el alma de los venezolanos, ahora le llegaba a él en amargas y letales dosis.
Han sido horas reveladoras de grandes verdades, como que el pueblo venezolano está más determinado que nunca a liberar a Venezuela.
El régimen en respuesta actuó con terror, cárcel y muerte. Maduro se ha empeñado en no entender que lo mejor para el país y para él, es que se haga a un lado y facilite el proceso de redemocratización y libertad de Venezuela.
Maduro, tal como lo hizo en 2014 y en 2017, ejerce el terror y siembra muerte en las calles de Venezuela.
En este lapso van al menos cuatro jóvenes venezolanos asesinados por Nicolás Maduro, Samuel Méndez, de 24 años de edad, asesinado en el estado Aragua durante protesta este 30 de abril; Jurubith Rausseo, de solo 27 años, quien cayó a causa del impacto de una bala asesina este 1 de mayo en Caracas; Yosner Graterol, de apenas 16 años, quien falleció este 2 de mayo, producto de herida mortal por arma de fuego recibida durante las protestas en La Victoria en el estado Aragua este 1 de mayo, al igual que Yoifre Vásquez, de tan solo 14 años, quien resultó herido por arma de fuego este miércoles en Caracas y falleció este 2 de mayo. Cuatro jóvenes venezolanos que murieron luchando por una Venezuela libre, y por ellos no descansaremos hasta alcanzar ese propósito.
En estas horas también se han producido otras cifras del terror como las de más de 120 heridos en medio de una cruenta represión y al menos 168 detenciones, dentro de las cuales se cuentan 13 menores de edad
Pero estas cifras de terror contrastan con otros números que nos dan esperanza, y es que en apenas en 24 horas de activación de la Operación Libertad, logramos 397 manifestaciones masivas en toda Venezuela, una clara demostración de que cuando hay un pueblo determinado a cambiar, no hay represión que lo detenga. El cambio en nuestro país está en marcha y nada lo detendrá.
Ahora nos enfrentamos a un nuevo mecanismo de presión: los paros escalonados. Es la fase definitiva de la Operación Libertad, que cuenta con la participación de nuestra Fuerza Armada Nacional y la unión de nuestros empleados públicos. A todos los vamos a acompañar en esta senda hasta llegar a la huelga general.
Tenemos pueblo, tenemos el apoyo internacional, tenemos a la fuerza militar de nuestro lado, tenemos una ruta claramente definida: Cese de la usurpación, Gobierno de transición y elecciones libres, pero lo más importante es que tenemos determinación, fe y esperanza. ¡Vamos, Venezuela!