Los barrios adyacentes a la estación del Metro de Maracaibo El Varillal, también protestaron por la misma razón durante la mañana de este jueves
La historia se repite en varios sectores de Maracaibo. Las comunidades sedientas cierran las calles con tanques, pipotes y botellones porque continúa la crisis hídrica sobrevenida por las dificultades eléctricas que atraviesa el país desde el pasado 7 de marzo.
Esta vez la comunidad de 5 de Julio Sur cerró la calle 79 para exigir al Gobierno regional y municipal que suministre agua potable para satisfacer sus necesidades básicas. “No tenemos agua ni para tomar”, indicó Elba Moreno, una de las afectadas.
Maira Delgado, una de las manifestantes, explicó que desde el 27 de diciembre la comunidad tiene la llave de suministro de agua para el sector cerrada. “Hoy fuimos para Polimaracaibo e Hidrolago y la respuesta que nos dieron es que esperáramos hasta las 3.00 de la tarde, cómo vamos a esperar si ya no tenemos ni una gota”.
A la protesta acudió una patrulla de la Policía regional, cuyo oficial gestionó un camión, pero que solo llenaría medio pipote a cada uno. “Qué hacemos con medio pipote, aquí hay gente enferma, niños, ancianos, discapacitados. Y las personas con tanques de agua qué van a hacer”, señaló Delgado.
Cerca de 150 familias se ven afectadas en el sector no solo por el problema del agua, sino por el de la luz que este miércoles se les fue a las 3.30 de la tarde y regresó 12 horas después, sin embargo este jueves se les fue a las 8.00 de la mañana, lo que desencadenó aún más la molestia de la gente.
No es cuestión de moda
La comunidad de 5 de Julio Sur no fue la única que pidió agua este jueves. Los barrios adyacentes a la estación del Metro de Maracaibo El Varillal, también protestaron por la misma razón durante la mañana.
La calle 100, mejor conocida como avenida Sabaneta, fue uno de los focos de protesta en sus diferentes puntos por la falta de agua. En algunos casos las autoridades respondieron rápido a la petición y abastecieron del vital líquido, en otras oportunidades no.
El bombeo de agua sigue restringido hasta que no se normalice por completo el flujo eléctrico en la ciudad y así evitar que las bombas del embalse de Tulé sufran daños.