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Medio año tienen los habitantes de la urbanización Urdaneta del municipio Maracaibo con las aguas negras desbordadas. La tanquilla de la calle 5 emana día y noche el agua putrefacta que ha dañado desde el pavimento hasta los baños de varias casas del sector. Son al menos 500 habitantes que están en un constante riesgo de contraer enfermedades respiratorias y de la piel a causa de esta situación.
“Parece que estuviéramos todo el día metidos en una letrina”, así compara Regnier Medina, vecino, lo que se siente vivir al lado de un bote de aguas negras. Explicó que varias veces la comunidad ha llamado a Hidrolago para que resuelvan la situación, pero “ellos no solucionan nada, quieren que uno les pague para que destape solamente, entonces nunca reparan el daño para que uno siempre este pagando”. El hombre que vive en una casa en la avenida principal contó que a raíz de la insalubridad en la zona tuvo que cerrar un puesto de empanadas que tenía porque “el agua podrida me pasaba por debajo del calentador”.
Jon Rojas, conductor de un carrito por puesto de Sabaneta, reconoce que tanto él como sus compañeros prefieren acortar la ruta o desviarse para que “el carro no sufra”. “Más de una vez hemos perdido el viaje por culpa de los huecos, porque esa agua ha hecho estos cráteres que se comen los cauchos, el tren delantero y acaban los cacharros”.
Manchas en la piel, tos y algunos cuadros diarreicos ya se han presentado, sobre todo en los menores de la urbanización, mientras los adultos no saben qué hacer para que “se acabe la pesadilla”. Exigen a las autoridades regionales que se aboquen a la solución del problema. Advierten que enfermedades como el zika o chikunguña podrían reaparecer.