
Los asesinatos, maltratos físicos y explotación sexual de venezolanas en el exterior van creciendo día a día. Las mujeres son blancos principales, la belleza de algunas hace que los hombres, hagan lo posible para que las damas estén con ellos
Como es el caso de Leidy Jariza Contrera Zambrano, de 37 años, quién se debate entre la vida y la muerte, luego de que un hombre le disparó en el cuello porque la mujer lo rechazó en repetidas oportunidades, mientras ella trabajaba en un bar, en Trujillo, Perú.
Contrera, tenía seis meses en el país, y poco tiempo trabajando en el establecimiento nocturno. Nunca imaginó que fuese víctima de un acosador.
Se conoció que el hombre la acosó durante toda la noche y ella lo rechazaba, a este no le gustó y le disparó en el cuello, lo que le provocó daño en la columna. Los médicos de la clínica donde se encuentra internada afirmaron que la bala le causó un daño de consideración y es posible que no vuelva a caminar. Es posible que quede cuadripléjica.
Se conoció que el atacante se fugó del sitio y está en la mira de las investigaciones y de las autoridades.
“Estamos hablando de un delito de tentativa de homicidio. Los jueces consideran que un disparo de la cintura para arriba es un atentado contra la vida”, afirmó el abogado Eduarvic La Rosa Espinoza, quién explicó que la pena que puede recibir el hombre es de cinco a 14 años de cárcel.
El caso más sonado en Perú
El atentado más cruel y más sonado en la República de Perú, fue el de la joven Gilda Sol Mujica de 27 años, quién fue quemada con ácido en la cara, apuñalada doce veces en el cuello con unas tijeras y violada por el hijo de la dueña del apartamento donde vivía en Perú.
La joven, luego de ser brutalmente agredida, se lanzó desde la ventana de su apartamento, ubicado en el tercer piso, esto para salvar su vida. El violador, al ver que Gilda se había lanzado, pensó que estaba muerta e intentó quitarse la vida tomando veneno con yogurt.
La prostitución forzosa a las venezolanas también se hace presente en el mismo país. Los casos de venezolanas que son obligadas a prostituirse son más común de lo pensado.
Un caso se destapó cuando fue desarticulada una organización criminal en Lima, la capital de Perú, que forzaba a las mujeres a tener relaciones sexuales con más de cinco hombres al día. La mayoría eran jóvenes adolescentes que emigraron en busca de una mejor vida, debido a la crisis del país.