Uno de los más de 250 migrantes venezolanos enviados por Estados Unidos al Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), en El Salvador, presentó este jueves 24 de julio una demanda civil contra el Gobierno, alegando que fue detenido y expulsado sin el debido proceso legal.
Neyiyerver Adrián León Rengel, quien fue liberado la semana pasada y traído de vuelta al país tras pasar más de 4 meses detenido en el Cecot, denuncia haber sufrido abuso "físico, verbal y psicológico" y pide 1,3 millones de dólares en retribución por daños.
La demanda, interpuesta con el respaldo de la organización Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (Lulac), es la primera que presenta uno de los venezolanos que fueron expulsados a El Salvador.
"Los funcionarios federales le mintieron a Rengel, diciéndole que sería enviado a su país de origen, Venezuela. Sin embargo, pasó más de cuatro meses en El Salvador, un país que no es su lugar de origen ni donde tiene vínculos personales, donde sufrió abusos", lee el documento.
El venezolano, de 27 años, trabajaba como barbero en Irving, a las afueras de Dallas, Texas, y fue detenido por agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) en el parqueadero de su apartamento.
Entró en EE. UU. a través de la aplicación CBP One, un programa impulsado por el Gobierno de Joe Biden (2017-2021) para que los migrantes pudieran presentarse en la frontera sur y había solicitado también un Estatus de Protección Temporal (TPS).
Las autoridades, detalla el documento, lo identificaron "erróneamente" como miembro de la banda criminal Tren de Aragua y lo enviaron a El Salvador bajo la Ley de Enemigos Extranjeros, invocada por Trump para expulsar a los venezolanos acusados de formar parte de este grupo criminal.
Condiciones "inhumanas y deplorables"
En el Cecot, Rengel soportó condiciones "inhumanas y deplorables", de acuerdo con la denuncia: "fue recluido junto a 18 o 19 detenidos venezolanos más en una celda de apenas tres por tres metros. La mayoría de los días permanecían allí las 24 horas, con pocas o ninguna oportunidad de salir".
Los guardias de seguridad de la prisión le golpearon "en su pecho y su estómago" con puños y bastones y, en una ocasión, lo llevaron a una zona de prisión sin cámaras donde fue "brutalmente agredido", continúa la denuncia.
Desde Lulac, el director ejecutivo Juan Proaño, asegura que la historia de Rengel es un "llamado de atención para todos los estadounidenses que creen en la promesa de la Constitución y el estado de derecho.
"El caso del señor Rengel es una parodia de la justicia que merece la atención nacional”, indicó Proaño en un comunicado.
¿Deseas recibir esta y otras noticias en tu celular? Únete a nuestro grupo de Telegram https://t.me/diariolaverdad y WhatsApp https://bit.ly/3kaCQXh. Además, sigue nuestro perfil en Instagram @diariolaverdad y en Facebook y Twitter @laverdadweb.