Venezuela ha crecido, pero en buhonerismo

 

Basta detenerse un rato en la Plaza Bolívar de Maracaibo (imagino que así sucede en todas las plazas del país) para ver cómo desfilan decenas de personas con sus termos de café, ofreciendo el popular negrito

Quién puede negar que Venezuela ha crecido en estos 18 años de revolución. Eso se ve clarito en las calles, avenidas, plazas y parques. El crecimiento de los buhoneros, de los cuidapuestos en las colas para sacar el  carnet del chantaje, prostitución, y en general todo lo que han dado en calificar como las marañas que han pasado a ocupar un privilegiado lugar dentro de las actividades que realizan los venezolanos, para sobrevivir al desastre que ha dejado en el camino esta maldición revolucionaria, es evidente.

Una actividad económica que ha progresado viento en popa es la venta ambulante de café y cigarrillos al detal. Basta detenerse un rato en la Plaza Bolívar de Maracaibo (imagino que así sucede en todas las plazas del país) para ver cómo desfilan decenas de personas con sus termos de café, ofreciendo el popular negrito, y de paso, el cigarrillo a 200 bolos cada uno.

Es un ir y venir de los practicantes de esta actividad buhoneril, porque saben que son los sitios donde se mueve constantemente la gente en búsqueda de trabajo, de documentos en registros y notarías, en prefecturas y en los distintos organismos públicos que tienen sus sedes principales en los alrededores de la plaza, porque así fueron concebidas por los colonizadores a la usanza de los pueblos españoles.

Esta actividad de vender café estuvo reservada hace mucho tiempo para personas en edad adulta que ya no conseguían trabajo por razones obvias y montaban un tarantín en los frentes de las casas o en cualquier recodo de avenidas y calles, con un termo de café y otros productos factibles de vender a los transeúntes.

Ahora, luego de estos perdidos años de revolución, vemos los mismos viejos de antes, pero a ellos se suman centenares de jóvenes de ambos sexos, mujeres adultas y niños que aún no han sido convertidos en los niños de la patria, por quienes Hugo Chávez el iniciador de esta hecatombe, se razgaba sus vestiduras para convertirlo en otra promesa más de las tantas que fue dejando en el camino de los sueños.

Así es como se gobierna un país a paso de vencedores, porque hay que tener las bo… o los ovarios bien puestos para salir a vender café , de sol a sol, caminando de arriba abajo y de abajo a arriba, irritándose las verijas, para que una vasta legión de venezolanos, puedan medio sortear la grave crisis económica en que ha sido sumida Venezuela por estos zánganos con su revolución, cuyos únicos logros son: hambre, destrucción y muerte.

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