China
Desde la gestión del fallecido presidente Hugo Chávez se enlazan acuerdos con China y Rusia en el ámbito energético, de infraestructura, agricultura, militar e industrial. La política de continuar estos lazos la refuerza ahora el mandatario Nicolás Maduro con la búsqueda de auxilio financiero a través de “negociaciones desesperadas”, dada la falta de liquidez de divisas frescas para honrar obligaciones internacionales, advierte Edinson Morales, economista.
Obtener divisas por emisión de bonos o papeles de la nación ya no es viable para Venezuela. Y no porque no quiera, sino por la calificación de riesgo país que exhibe a los mercados internacionales y pone freno a lucirse en una vitrina financiera mundial. La opción inmediata para lograr recursos en medio de “crisis económica” es el intercambio por activos tangibles rentables, ante la cercanía de pago de deuda, persistencia de caída del ingreso petrolero, por inmersión del precio del barril, y el retroceso de las reservas internacionales, contenidas 80 por ciento en oro.
Morales destaca que la entrega de más “pozos petroleros muy productivos” en el oriente venezolano a Rusia y China supone cubrir las importaciones de bienes necesarios y atenuar las obligaciones a cancelarse el próximo 12 de abril por concepto de bonos e intereses de deuda externa a tenedores extranjeros.
Explica a La Verdad que el Gobierno evita caer en la suspensión de pagos y estar en default por incumpliendo al tener “cerrado los mercados internacionales financieros” para solicitar préstamos. Y acumular calificación -negativa- de los bonos soberanos por la empresa asiática Dagong Global Credit Rating, que en octubre bajó la categoría de los papeles venezolanos de B a CCC, en la escala de valor.
Venezuela no solo afina negocios de activos. Con el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura proyecta participación a fin de lograr divisas para maniobrar en la ejecución de planes internos. Formalizó la petición de ingreso a la institución multilateral, faltando concretar el aporte de capital para ser miembro pleno.
Financiamiento ilegal
Con la Corporación Andina de Fomento también apura un otorgamiento y presiona porque “Venezuela enfrenta un fuerte deterioro de sus cuentas externas que durante los últimos tres años causan una pérdida de reservas internacionales de 11 mil 145 millones de dólares” e incurre en prácticas financieras “cuestionables” con venta y uso del oro para lograr créditos a tasas de interés elevadas, recalca José Guerra, presidente de la Comisión de Finanzas y Desarrollo Económico de la Asamblea Nacional, en un comunicado.
Quienes prestaron al Gobierno, asegura Morales, lo firmaron con tasas de interés que “sobrepasa el 20 por ciento anual. Por cada dólar que recibe, tiene tasa de cobro de 20 puntos”. Se transa así por “tener cerrado el sistema financiero internacional”. El diputado Guerra agrega que en el primer trimestre las cuentas de activos en moneda extranjera están destruidas y se aumentó la deuda no financiera en divisas.
Guerra precisa que la CAF no otorga créditos para “balanza de pagos” como lo requiere el BCV. Sí financia proyectos de inversión en vialidad, transporte, telecomunicaciones, generación y transmisión de energía, agua y saneamiento ambiental. “Alertamos a las autoridades de la CAF a que actúen apegados a la ley y que no sean objeto de presión política por parte del Gobierno”.
La Asamblea Nacional está en disposición a “colaborar en la solución de la crisis, pero reitera que todo endeudamiento público, requiere la aprobación de la Ley Especial del Endeudamiento y esta no ha sido aprobada” por el Poder Legislativo.
Riesgo país
La calificación de riesgo país se determina cuando la capacidad de pago de la deuda de la nación cae. Los créditos a largo y corto plazo se cuestionan.
En Venezuela, la posibilidad de impago se carga a la falta de divisas, baja de ingresos y limitación para seguir emitiendo de papeles de deuda.