Bajo
A falta de siete segundos, dos tiros libres de Windi Graterol aseguraron la permanencia de la Vinotinto de las alturas en la gloria. Era par de puntos con el que la selección nacional selló su victoria 64-58 ante Brasil para titularse campeona del Sudamericano de baloncesto y revalidar, en el Poliedro de Caracas, el título obtenido en Margarita en 2014.
Los dirigidos por el argentino Néstor «Che» García se valieron de lo suyo, coraje y orden en la madera, para romper el juego de un grande como Brasil. Pese al empuje de los brasileños, que llegaron al último cuarto ganando 48-50, Venezuela mantuvo el buen desempeño y logró su tercer título de manera corrida, tras triunfar en Margarita, México (Preolímpico) y ahora en la capital.
«Posiblemente, muchas veces se crea que llegar a la final es fácil. Es muy difícil, y nosotros hoy (ayer) retuvimos el título luego de mucho desgaste», dijo el estratega, quien ganó su tercer Sudamericano (sumó otro con Argentina), a Directv Sports. «Sentimos que el país nos apoya y que el país está pendiente de esta selección, queríamos darles esto».
Merecedor
Grégory Vargas recibió la distinción de Jugador Más Valioso al finalizar el histórico choque. El base terminó la jornada con 21 puntos más cuatro asistencias y tres rebotes. En total, finalizó con 13.2 unidades por compromiso y promedió 4.0 pases de anotación por partido.
«Llegué de Israel y apenas duré un día con mi familia antes de irme a España para prepararme con el equipo. Ahora gozo los frutos. Esto no es un equipo, esto es una familia», declaró Vargas. «Nosotros queremos dar gracias por el apoyo que nos han dado todos los venezolanos. Este campeonato es para toda Venezuela».
Luego de celebrar por los próximos cuatro días, los criollos tomarán rumbo a Europa para comenzar a armar su esquema de trabajo para encarar los Juegos Olímpicos Río 2016, cita en la que inician el 6 de agosto.
RUTA IMPECABLE
26-06 Ecuador G, 97-34
27-06 Paraguay G, 77-47
28-06 Bolivia G, 97-37
30-06 Brasil G, 70-60
01-06 Uruguay G, 74-62
02-06 Brasil G, 64-58