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La estrategia desarrollada por Fidel Castro para someter a su pueblo es producto de su inteligencia perversa, cultivada y cosechada mediante el abono de politólogos, tiranos y filósofos de Grecia clásica (Aristóteles y Platón), de la Italia renacentista, Florencia: Maquiavelo, y más recientemente Marx, Ilich Ulianovsk, J. Stalin, J. Goebbels, Jean P. Sartre y Gramsci. Un areópago digno de la razia literaria de Dante, toda una pléyade de intelectuales, críticos de la política para bien y para mal del desenvolvimiento humano.
Así, también, se han desarrollado grandes e importantes sucesos en la historia donde hombres con una innegable voluntad de poder (Nietzsche) han llevado a sus pueblos a la guerra y la destrucción. Uno de ellos ha sido Ho Chi Minh, nacionalista vietnamita creador de un ejército para la guerra de guerrillas en aras de unificar un país devastado por la colonización y el caudillismo de protagonistas de su historia política, la macula, fue para su gesta la adhesión del sistema político soviético, obtuso, prehistórico y evidentemente fracasado.
En 1959, Vietnam en guerra, durante los ataques a la base de Bien Hoa (pro EEUU), el Frente de Liberación Nacional asesinaba a líderes locales, leales al gobierno de Saigón. Para mantener este apoyo el Frente realizaba campañas de adoctrinamiento y también de terror contra la población civil que consideraba colaboracionistas con Saigón, en ocasiones realizando empalamientos para intimidar a los aldeanos.
Entre 1969-1970 Al menos un millón de prisioneros sud-vietnamitas fueron enviados a campos de reeducación, con un estimado de 165 mil muertos; 100 y 200 mil fueron ejecutados extrajudicialmente, 50 mil murieron en trabajos forzados. A finales de 1970 y principios de los 80, millones de personas huyeron del país en botes toscamente construidos, creando una crisis internacional humanitaria; cientos de miles de personas murieron en el mar.
Actualmente, Vietnam, asumió “irónicamente” el sistema capitalista, no un capitalismo plural donde la iniciativa privada de su pueblo ejerza el comercio derivado de la oferta y la demanda, nacional e internacional, sino un capitalismo de Estado, centralizado manejado por un Gobierno de un solo partido. La pregunta es: ¿iría el presidente venezolano a cultivarse con este abono?