Los delincuentes no robaron nada y huyeron en direcciones diferentes. La Policía regional rastreó los sectores Belloso y Veritas, pero no dieron con su paradero
Todos los días desde muy temprano, la venta de pasteles que cuidaba Luis Belloso, de 27 años, ubicada en la calle 82 con avenida 13A del sector Belloso, abría sus puertas al público a las 7.00 de la mañana. Ayer, 45 minutos después de abrir, dos hampones ingresaron con la finalidad de robar a las 15 personas que en ese momento estaban adentro, sin embargo un oficial de Polisur intentó detener el hecho, enfrentó a los ladrones, dejando a Luis en la línea de fuego quien recibió un disparo en la cabeza. Al final los atracadores huyeron y el oficial resultó herido.
El cuerpo del vigilante quedó tendido sobre un charco de sangre en plena entrada del establecimiento, mientras que los presentes socorrieron al oficial de Polisur, identificado por sus compañeros como Luis Barboza, quien recibió el disparo en el ojo. Lograron trasladarlo hasta el Hospital Universitario de Maracaibo, donde fue remitido a una clínica privada en Bella Vista. Su estado de salud es delicado y sus familiares no comentaron nada al respecto.
Testigos afirman, que los ladrones llegaron a pie, se hicieron pasar por clientes para poder cometer el atraco, uno de ellos se acercó al mostrador, mientras que el otro sometió al vigilante. Barboza estaba de civil, pero armado. Cuidadosamente sacó su pistola e intentó detener el robo. Un cliente contó que los malhechores escucharon cuando el funcionario cargó su arma para arremeter contra ellos.
Una trabajadora del local contó que los delincuentes llegaron al sitio y uno se acercó a pedir pastelitos, cuando el trabajador se los iba a dar, el ladrón dijo que era un atraco. “El cliente que estaba al otro extremo sacó su arma y yo me tiré al piso cuando comenzó la plomazón”. Luego del ataque los dos ladrones huyeron, ambos por caminos diferentes.
Los familiares de Belloso rompieron en llanto al llegar al negocio. Su cadáver yacía, con su uniforme azul, en su puesto de trabajo. Era el mayor de cinco hermanos y residía en el barrio 19 de Abril, deja a una menor huérfana. “Él se quedaba a dormir aquí y cuando libraba iba a ver a sus hermanos, porque ellos son solos” expresó Ana Matos, vecina de la víctima.
Los detectives de la Policía científica recolectaron las evidencias necesarias para iniciar las investigaciones y trasladaron el cadáver hasta la morgue forense para practicar la necropsia de ley. Los oficiales de la Policía regional peinaron la zona para dar con el paradero de los homicidas, pero no dieron con ellos.