Energéticamente
Entramos a marzo y las mínimas demandas eléctricas del Zulia quedan atrás para este 2017; en la actualidad la demanda máxima regional está en los dos mil 400 MW; es decir la que teníamos hace 11 años. La destrucción económica ha estrangulado la demanda y con ello el consumo, asfixiando la posibilidad de progreso. Energéticamente el país con uno de los mayores potenciales de energía equivalente a nivel mundial, hoy yace moribundo por la ejecución perfecta de un plan de destrucción, incumplimientos y corrupción jamás visto en los anales de la historia de la humanidad.
Por falta de recursos no ha sido. El régimen comprometió para la región zuliana más de siete mil millones de dólares, solamente para MW (plantas “nuevas”) desde el 2009. La capacidad instalada regional está en los dos mil 900 MW, de los cuales dos mil 880 MW son térmicos, pero la suma de todos los vicios de Corpoelec hace que solamente, estén disponibles para la oferta, a lo sumo entre unos mil 100 a mil 400 MW. Solo mil MW pueden traerse del Guri.
El sol ya se aproxima a Venezuela y comenzará a empujar las temperaturas hasta julio de este año y nuevamente por una crisis que se profundiza. El Zulia no estará lista, lloverán las excusas del régimen y saldrán los politiqueros a dar sus “saludos a la bandera”, pero poco o nada harán para resolverle a la sociedad este gravísimo problema, que le pone un turbo a la inflación y una marcada desmejora a la calidad de vida de los zulianos.
De 53 unidades térmicas (dos mil 800 MW), 22 unidades están fuera de servicio (mil 250 MW), para cinco unidades se asignaron cinco mil millones de dólares, pero permanecen inconclusas (900 MW) y todavía requerirán unos un mil millones más de dólares que no hay. Todas estas debieron estar en servicio hace cinco años atrás. Siete unidades fueron destruidas (147 MW) y las unidades restantes que pueden operar, se quedan cortas por más de 500 MW, por la desidia y corrupción; la flota zuliana ha excedido más de 384 mil horas vencidas en mantenimientos cruciales. No más corrupción e impunidad del régimen, o se vivirá al borde del apagón. ¡Manos a la obra que sí se puede!