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El velatorio del estudiante Enrique Alberto Perozo González (27), a quien mataron el pasado viernes en el sector Los Mangos, estaba concurrido. Sus familiares, amigos y compañeros de trabajo tomaron su tiempo para despedir al joven vigilante, a quien describieron como alegre, bromista y trabajador; y denunciar la inseguridad en la parroquia Ildefonso Vázquez. En 10 días han reportado dos crímenes. Los vecinos vinculan los asesinatos a una pandilla juvenil.
Entre los asistentes estaba Héctor Oliveilla, vecino del muchacho. Se le veía perturbado y dolido, fue el último en ver con vida al futuro arquitecto. Recordó que “los ladrones le quitaron el teléfono, un Caribe 4. Cuando intentaron arrebatarle su vianda él no lo permitió, ahí tenía su cartera y sus papeles. Peleó y le dispararon”.
Oliveilla dijo que estaba en su cuarto cuando escuchó la detonación. “Pensé que se trataba del escape de un carro que acaba de explotar”. Su esposa fue la primera en salir. “Ella regresó y me dijo que había alguien tendido afuera. Cuando nos acercamos vimos a Enrique”. Ahí lo tomó y lo montó en el carro y lo llevó al Hospital Adolfo Pons, donde luego de 15 minutos murió.
Temor
Quienes lograron ver a los malhechores los describieron como unos jovencitos. "Se la mantienen juntos y recorren la urbanización en una motocicleta". Ninguno de los entrevistados recordó el color. Esquivan la mirada cuando los ven pasar. "Todos son peligrosos".
Los vecinos contabilizaron dos homicidios en los últimos 10 días. Aseguran que los atracos aumentaron desde que esos muchachitos deambulan por la zona. Roban principalmente durante las horas pico. Dijeron que a 400 metros de donde tirotearon a Perozo mataron a Ivonne del Carmen Almarza Díaz (46). Ella quedó encerrada dentro de un tiroteo entre bandas, el pasado 30 de diciembre.
Antes que el cortejo saliera al cementerio San José, todos los asistentes se quejaron de la delincuencia. Lamentaron que los sueños de un buen muchacho se acabaran por el robo de un teléfono.