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Ocho hombres interceptaron, el pasado lunes en horas de la tarde, a una caraqueña, de 25 años, cuando salía de su trabajo, en República Dominicana, después de golpearla en reiteradas oportunidades la violaron. Las autoridades policiales están tras la pista de los delincuentes.
Las lágrimas corrían por el rostro de la sobreviviente cada vez que recordaba cómo ocurrió el crimen. Los delincuentes se acercaron hacía ella, sin mediar palabras la arrastraron por el pavimento, la llevaron a una zona enmontada para abusarla sexualmente. “Me hicieron cosas horribles”.
Fuente oficiales ligadas a la investigación aseguraron que los antisociales pertenecen a una organización delictiva dedicada al robo y violaciones. Trasladan a las infortunadas a un terreno preparado para cometer los actos lascivos; los integrantes de la banda se turnan, manosean a las mujeres, las penetran, luego las abandonan a su suerte en medio de la calle.
La muchacha comentó en un programa de noticias que estaba embarazada cuando los aberrados la sometieron, su mayor temor es que no utilizaron preservativos, presume que tenían enfermedades de transmisión sexual, “eran drogadictos”.
En el Instituto de Ciencias Forenses (Inacif) los patólogos le practicaron el examen médico correspondiente. La esperanza de la joven es reunir dinero para regresar a Venezuela; resulta difícil, los hampones robaron sus documentos de identidad.