Voto de confianza a la AN

Sin duda alguna, esta será una Asamblea Nacional de desafíos. La primera batalla es mantener la unidad y aglutinar esfuerzos en torno a lo que ocurrirá el 10 de enero del presente año cuando Maduro se convierta en usurpador de la Presidencia de la República

La “generación del 2007”, esa a la que el hoy difunto Hugo Chávez le mandó a echar gas del bueno”, vuelve a ser protagonista, y ¿por qué no?, a revivir la llama de la esperanza en los venezolanos, al conformar en buena parte la nueva junta directiva de la Asamblea Nacional.

Desde el pasado 5 de enero los diputados Juan Guaidó, en la presidencia; Stalin González, en la segunda vicepresidencia; Edinson Ferrer, en la secretaría; conforman, junto a Édgar Zambrano en la primera vicepresidencia y con amplia experiencia en el ámbito legislativo; la directiva del Parlamento para este año 2019 que no pinta nada fácil en lo político, económico y social.

Ya no como estudiantes, que dejaron sus pupitres para, en primera instancia, protestar en contra del cierre de Radio Caracas Televisión (RCTV), y defender férreamente la libertad de expresión; sino que ahora como parlamentarios electos por 14 millones de venezolanos, desde el Hemiciclo y desde cada rincón del país, les tocará seguir luchando por los derechos de cada hombre, mujer y niño de esta nación.

Sin duda alguna, esta será una Asamblea Nacional de desafíos. La primera batalla es mantener la unidad y aglutinar esfuerzos en torno a lo que ocurrirá el 10 de enero del presente año, cuando Maduro se convierta en usurpador de la Presidencia de la República; ya Guaidó lo dejó bien claro en su discurso el pasado 5 de enero al enviar el siguiente mensaje: “Nicolás, esta Asamblea Nacional no te va a juramentar”. 

No solo el apoyo internacional es indispensable en esta lucha, sino que también lo es el venezolano, al fin y al cabo, la solución está y pasa por nuestras manos; creo que así como se les pide a los dirigentes políticos que dejen las diferencias y las peleas absurdas a un lado, de nuestra parte, debemos hacer lo mismo, hay que darles un voto de confianza.

Desgastarnos y dedicar tiempo a atacar sin piedad al nuevo presidente de la Asamblea Nacional porque llegara al Parlamento con su familia, con su pequeña hija en brazos, raya en lo insólito, por decir lo menos. ¿Qué esperaban, que llegara acompañado de colectivos, de grupos de choque, con un arma en la cintura como quien quiere y no quiere la cosa? 

Una buena parte de estudiantes universitarios se lo decían a la nueva junta directiva de la AN, no quieren más muertos, no quieren más presos políticos, no quieren más exiliados, ¿por qué?, porque todos, absolutamente todos, hacen falta en la lucha.

Toca a la “generación de 2007”, ahora, “generación 2019”, Juan Guaidó, Stalin González, Edinson Ferrer, Elimar Díaz, Miguel Pizarro, Marcos Bozo, Manuela Bolívar, Milagros Paz, Marialbert Barrios, Juan Andrés Mejías, Carlos Paparoni, Armando Armas, Desirée Barboza, Freddy Guevara, Gaby Arellano, José Manuel Olivares, Juan Requesens, entre otros diputados; desde sus curules, exilio y hasta celdas, seguir luchando por Venezuela, por su rescate, por su libertad, por su reconstrucción.

Está en sus manos encender y mantener la llama de la esperanza, de que sí se puede, de que no todo está perdido. El futuro que ellos eran hace 12 años, ahora son el presente. La pregunta es: ¿Les mandarán a echar otra vez “gas del bueno”? Demos un voto de confianza a la AN.

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