Votos para un diálogo en Navidad

Desde esta humilde tribuna, hago voto por un diálogo constructivo que nos incluya a todos los sectores sociales y políticos. No hay derecho a excluir a nadie

Esta semana el país comienza un merecido receso por las fiestas de Navidad. Quienes somos cristianos, dedicaremos un tiempo a la reflexión sobre la trascendencia del hijo de Dios, Jesús, en el mundo y en nuestras propias vidas y como su ejemplo nos puede iluminar en el camino. 

El mundo político se prepara para un nuevo escenario en Venezuela. La mayoría aplastante de la oposición sobre el oficialismo en las elecciones del 6-D, genera nuevas realidades sociales y políticas, con innegables vientos de cambio, no solo en el Poder Legislativo, sino en todas las instancias del Poder Público, más temprano que tarde. 

¿Cómo transitaremos ese cambio en el país? Es la gran pregunta que se impone a los venezolanos, en estos tiempos de reflexión y en Navidad. Desde esta humilde tribuna, hago voto por un diálogo constructivo que nos incluya a todos los sectores sociales y políticos. No hay derecho a excluir a nadie, ni a los culpables de la crisis que debe tener la oportunidad de ser redimidos, sin que eso implique impunidad ni privilegios. 

El diálogo es construcción conjunta. Convivencia civilizada. Puente al respeto y es el instrumento más socorrido entre los hombres, en épocas de crisis. Las guerras se culminan con un diálogo. También se previenen con un diálogo. La paz se construye -y se sostiene- con verdaderos diálogos. El mundo está lleno de ejemplos. La Iglesia católica y por qué no decirlo, los credos e Iglesias del mundo, son ejemplo de como el diálogo construye sociedades en paz. Hagamos votos porque en esta Navidad y durante todo el 2016, nos llenemos de ganas de dialogar, de entendernos y de construir juntos. Mis mejores deseos para todos y nos veremos en un dialogante 2016.

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