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El suizo Stan Wawrinka dio una sorpresa mayúscula al alzarse este domingo con el título en Roland Garros, el segundo Grand Slam de su carrera, tras derrotar en la final al número uno del mundo, el serbio Novak Djokovic, 4-6, 6-4, 6-3 y 6-4 en 3 horas y 12 minutos.
El balcánico, gran favorito para lograr el último grande que falta en su colección, sufrió la tercera derrota de la temporada y vio cortada una racha de 28 triunfos consecutivos.
Es la segunda victoria en un grande del suizo, tras la que consiguió en el Abierto de Australia de 2014.
Wawrinka tuvo también palabras para su rival, al que deseó “que algún día gane este torneo porque es un inmenso campeón”.
A sus 30 años, Wawrinka se convierte en el tercer jugador más veterano en lograr su primera Copa de los Mosqueteros y con esta victoria el próximo lunes se encaramará al cuarto puesto del ránking.
La gesta del suizo fue excepcional ante un hombre que había ganado todos los títulos importantes del año y parecía destinado a borrar la mácula que supone no haber triunfado en Roland Garros, donde en seis ocasiones se había estrellado contra el español Rafael Nadal.