Ramos: “Es muy temprano para decir que es un buen año”

Wilson Ramos vive un gran momento ofensivo en 2016 con los Nacionales de Washington. (Foto: AP)

El receptor batea esta zafra para .338 en 43 juegos además suma siete estacazos de vuelta entera y 29 remolcadas. También forma una batería de lujo, además de un fuerte lazo, con el estelar abridor Max Scherzer

Texto El gran momento de Wilson Ramos con el madero en 2016 es una realidad y parece tener su génesis en el trabajo realizado durante la temporada muerta de las Grandes Ligas. El venezolano, quien se sometió a una operación de la vista en el spring training, batea esta zafra para .338 en 43 juegos, suma siete estacazos de vuelta entera y 29 remolcadas.

“En realidad no me esperaba un momento tan bueno en este arranque de temporada, pero sí trabajé bastante y era algo que quería”, afirmó Ramos a La Verdad por vía telefónica. “Sé que es muy temprano para decir que es un año bueno, apenas han pasado dos meses, pero de verdad me siento bastante bien en el home”.

No solo esos números dan una muestra del buen instante al bate que está teniendo el careta de los Nacionales de Washington, quien nunca ha terminado una edición del big show con .300 o más de average. En 2015, el criollo recibió 26 ponches en sus primeros 43 juegos, mientras que en 2016 acumula 19 en la misma cantidad de juegos y proyecta terminar únicamente con 57 (101 sumó la zafra pasada). 

Un ajuste a la zona de strike y en la escogencia de los envíos a la hora de batear ha traído como consecuencia que el 83.7 % de las veces que ha hecho swing a un lanzamiento consiga hacerle contacto. 

“He estado seleccionando mejor los pitcheos, he trabajado bastante en mi zona de strike y pienso que eso me ha ayudado mucho para tener buenos resultados esta vez”, explicó el valenciano. “Conocer mejor la zona y la operación de la vista me ha permitido no poncharme tantas veces”. 

Guía detrás del home

Ramos, detrás del plato, forma una dupla de lujo con el estelar abridor de los Nacionales, Max Scherzer. Le recibió al estadounidense sus dos juegos sin hit ni carrera y su apertura de 20 ponches el pasado 11 de mayo frente a los Tigres de Detroit. Aparte de conformar la batería con el estelar abridor, lo ayuda a la ofensiva. En 2016, su promedio con el madero es de .417 con dos dobletes, dos cuadrangulares y ocho fletadas en 10 duelos cuando Scherzer inicia y fue vital en dos de sus triunfos.

“Antes de cada juego que él (Scherzer) va a lanzar, hablamos de cada uno de los bateadores oponentes y ya tenemos un plan de cómo vamos a lanzar en diferentes ocasiones”, contó el catcher. “Cada pitcheo que yo le llamo siempre estamos en la misma página (…) cuando le pido un lanzamiento y él no lo quiere, fácilmente cambio la seña y seguimos en la misma página”.  

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