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El viernes pasado, luego de una semana de discusión centrada en el decreto de emergencia económica, producto de un Estado de excepción decidido por el presidente Nicolás Maduro, la Asamblea Nacional, con una mayoría de 108 de los 167 diputados, rechazó el decreto en cuestión, lo cual, por disposición constitucional, produjo la inmediata pérdida de vigencia del mencionado instrumento jurídico. Estoy convencido de que tomamos la mejor decisión para Venezuela. Lo que dejó ver ese decreto es que nadie en el Gobierno acepta el origen de las crisis ni las medidas que deben ser tomadas.
No se resuelve el profundo problema que nos agobia, con poderes especiales para el Presidente de la República. Desde la Asamblea le hemos dicho que cuando presente propuestas adecuadas que realmente busquen dinamizar el aparato productivo, disminuir controles que generan corrupción, impulsar a los emprendedores, generar confianza que empuje la producción, empleo y bienestar, en ese momento lo respaldaremos con los brazos abiertos. Pero no veo madurez en el Gobierno de Maduro.
Escuchar de un diputado oficialista esta perla: “Si ustedes creen que vamos a tomar medidas neoliberales para dañar a nuestro pueblo, ¡se equivocan!”, me hace preguntar: ¿Es que no han tomado ya demasiadas medidas que lo que han hecho es dañar a nuestro pueblo? ¿Es que por un asunto ideológico, por tozudez, van a seguir llevándonos al barranco?
Y pregunto más ¿Están realmente dispuestos quienes nos gobiernan a un diálogo sincero a favor de la oportuna atención a esta crisis? Porque no hay forma de que haya diálogo, si la intención es seguir imponiendo un modelo económico totalmente fracasado. Así que no se puede perder más tiempo. Esta es una especie de último llamado. Si el Gobierno está realmente dispuesto a aceptar, a cambiar y actuar en el camino adecuado, aquí estamos para acompañarlo. Pero si no termina de entender la urgencia en la que nos encontramos, sino toma las medidas necesarias, antes de que ocurra una tragedia, debemos dedicarnos a buscar un pronunciamiento electoral constitucional que acabe con este Gobierno y abra las puertas de la reconstrucción nacional. Pocas horas tienes, Maduro, para tomar una decisión.