Es lamentable lo que está padeciendo el pueblo venezolano; estos retrógradas no salen de su romanticismo arcaico y su narcisismo dañino, solapado con un socialismo ambiguo
“Yo soy la ley. Yo soy el Estado” (Hugo Chávez), es la más férrea ambigüedad que se ha dicho en un discurso -15 oct. 2008- en nuestros tiempos en apoyo al dizque socialismo del siglo XXI.
Lo afirmo, porque según Marx el Estado debía desaparecer. Estos en el Gobierno son fascistas disfrazados, totalitaristas con una estrategia principesca o feudal al estilo de “el príncipe” de maquiavélico. Es lamentable lo que está padeciendo el pueblo venezolano; estos retrógradas no salen de su romanticismo arcaico y su narcisismo dañino, solapado con un socialismo ambiguo, mientras la verdad es un populismo para mantenerse en el poder; mediante un control alimentario y terror de Estado, convirtiendo al pueblo en miserables. Son unos sociópatas disfrazados de filántropos, ¡Aman tanto a los pobres que los multiplican!, como diría G. Álvarez.
Su peor figura la conforma el discurso falaz y demagogo, doblado y desdoblado en un sofisma donde lo inefable aparece como la solución de todos los problemas que ellos mismos han creado. La escasez, el desabastecimiento, la delincuencia de los colectivos, la simulación de atentados y una paranoia excesiva son sus mejores armas, mientras gastan el dinero de la nación en armas según ellos y que para combatir un enemigo que no existe. Con esas mismas armas reprenden al pueblo que protesta pacíficamente, por comida, por libertad, por la paz y la armonía cotidiana, destruida por la razia corrupta del Gobierno y su partido (PSUV).
Por otro lado, dando al traste con la soberanía nacional se han aliado (traidoramente) con los únicos enemigos extranjeros que siempre ha tenido Venezuela, desde su emancipación del yugo imperialista español; el castro-comunismo cubano, este ha sido el único ente guerrerista aparte de la guerrilla colombiana, que nos han invadido militarmente (Machurucuto 1967). Venezuela tiene una invasión pasiva pero no pacífica desde el 2003, que ha coadyuvado al Gobierno siguiendo patrones del foro de Sao Paulo para desmantelar su democracia. Teodoro Petckof en Tal Cual 2010 hizo un análisis breve pero muy completo de la desgracia que padece actualmente Venezuela, diseñada y promovida por el Gobierno y sus mentores.