En ocasión del Día del Gaitero, tres de las nuevas promesas del género hablan de sus inicios, sus maestros, sus aspiraciones y su inspiración, Ricardo Aguirre
Yornelis Acurero; Carlos Delmoral, conocido como “Tachito”; y Julio Arturo Fernández, también llamado “El Ruiseñor del Zulia”, son tres de los nuevos talentos de la gaita que celebran este 8 de noviembre, el Día del Gaitero.
Todos los gaiteros conmemoran en la fecha los 53 años de la partida física de Ricardo Aguirre, una lamentable pérdida que impactó a la comunidad zuliana y que marcó la historia de la gaita que iniciaba como un estilo musical en el Zulia y que en 1969, a raíz de su muerte, rebasó las fronteras en todo el territorio nacional.
Estas nuevas promesas musicales lo recuerdan como un hombre que inspiró a muchos artistas a continuar con su legado, ya que con su canto transmitió la cultura de un pueblo, sus angustias, alegrías y tradiciones. Su rostro con lentes de pasta se convirtió en un ícono de la zulianidad.
Acurero, Delmoral y Fernández comentan al Diario La Verdad que, desde muy pequeños, sus tertulias familiares eran un lápiz como micrófono, un rallador de queso como charrasca, el pote de leche con dos cucharas como tambora y un cuatro sin cuerdas. “Armaban la parrandera” en sus hogares.
Durante esos encuentros interpretaban las canciones del “Monumental de la Gaita”, les traía a la memoria el sonar del ronquido del furruco, la tambora, la charrasca y la sonoridad del cuatro que transmitía sus melodías. Sin saber, estos nuevos músicos estarían utilizando sus dones para exaltar la memoria de su gran maestro.
“Debemos llevar la gaita a cada rincón”
La vocalista Yornelis Acurero, de 17 años, voz mezzosoprano, quien integra la agrupación Los Verduguitos de Cabimas y Barrio Obrero de Cabimas, expresó que gracias a Ricardo Aguirre “la gaita se empodera de todos los espacios de Venezuela”.
Es bachiller y aspira a estudiar Odontología, en la Universidad del Zulia (LUZ). Vive en el municipio Cabimas, parroquia Carmen Herrera. La joven entró al mundo gaitero a los 6 años, cuando sus profesores de la Escuela Privada Ítalo Juan XXIII la escuchaban tararear y la animaban a cantar Sabe a tradición, de la agrupación Las Sensacionales.
“Empecé a cantar gaitas en mi escuela. Luego fui seleccionada para participar en la agrupación Alma Gaitera. Seguidamente, mis padres me inscribieron en una de las escuelas de COL de la Fundación para la Academia de la Gaita Ricardo Aguirre del Estado Zulia (Fundagraez) y, posteriormente, en la agrupación de mi colegio”, narra.
Para Yornelis, Ricardo Aguirre significa un hombre que supo llevar en alto la identidad zuliana. “Fue una gran inspiración, un ejemplo a seguir, fue uno de los primeros gaiteros que, a través de sus letras, creó reflexión y atención de la moral zuliana”.
Acotó entre risas, cantos y con un tonito de voz sarcástico que tiene una “¡familia muy anormal!, es como la familia de los locos Addams. Son muy jocosos, parranderos. En un cumpleaños, mi familia sale corriendo para agarrar el rallador de queso y empiezan a tocar y hacen chiqui chiqui; sino no, era el peine, que se utilizaba como micrófono, agarrábamos el micrófono del karaoke de mi abuela que minutos más tarde peleaba para que no lo utilizara, para que no se le dañara”, cuenta entre risas.
Comenta que ha compartido escenarios con Ricardo Portillo, Deyanira Bravo, Yelitza Vílchez y Carmencita Silva, entre otros. Y agregó que le gustaría explorar otros escenarios fuera de Venezuela, para así ayudar a los niños a prepararse como artistas musicales, “basada en mi experiencia”.
La vocalista resalta con vigor que se debe mantener despierto y vivo este género, “porque en nuestras manos está el deber de llevar la gaita a cada rincón y demostrar que es parte de nuestra identidad”.
Asimismo, agradece a todos aquellos formadores culturales que la ayudaron en su preparación musical, como el profesor Oberto Arias, Carlos “Condorito” Vargas, Karitza Marval y Carolina Delmoral, entre otros.
En el 2015, Yornelis obtuvo el primer lugar en el primer Festival de Música Venezolana en Cabimas, en la categoría infantil. En el 2020, a sus 15 años, ganó La voz de la Virgen del Rosario y el primer lugar en el Festival de la Gaita, como solista; y, en el 2021, fue reconocida con los premios Juventud de Oro y Cabimero de Oro.
Carlos Delmoral y su proyecto Tachito Invita
De igual forma, a sus 14 años, al percusionista Carlos Delmoral, conocido como “Tachito”, le gusta tocar la tambora, cuatro y charrasca. Al cumplir su primer año debutó con Alitasía; a los 2 años y medio entró a las filas de Los Parranderitos, agrupación a la que perteneció por 10 años; y actualmente está en La Gaita de Otrora de Papupapa.
Carlos, quien estudia tercer año de bachillerato en la Unidad Educativa Privada Jesús Aníbal Alfonzo, en Cabimas, comunicó que desea estudiar música y medios audiovisuales, pero su pasión es graduarse en la Universidad Cecilio Acosta (Unica) como licenciado en música.
“Tachito” también integra Los Rosareños, agrupación encargada de cantarle todos los años a la Patrona de los cabimeros, la Virgen del Rosario. Además, forma parte del Proyecto Pentagrama, en el que se graban covers a distancia como invitados.
El adolescente explicó que para él, “Ricardo Aguirre es un grande de la gaita. Aunque no lo conocí, es una guía fundamental para mí y para todos los gaiteros, por eso lo llaman ‘El Monumental de la Gaita’. Sus canciones más escuchadas en mi familia son: La Reina Morena, La grey zuliana, Virgen Chiquinquirá y Virgen Morena”.
Para seguir con el legado de Aguirre, “Tachito” creó el proyecto Tachito Invita, que cuenta con la participación de los mejores exponentes de la música zuliana. En él participan José Alberto Rodríguez “Papupapa”, Jerry Sánchez, Danelo Badell y, próximamente Eroy Chacín y Beba Deyanira Bravo, con el propósito de seguir sembrando valores y con ello, enaltecer el folclor zuliano, “rodeado de grandes ilustres de la música pascuera”.
El cuatrista ganó el primer lugar en el Festival de la Gaita, en la categoría internacional, en el 2000, con los compositores Dicson Áñez y Luis Benítez, con el tema El manto de María y el cantante Rafael “Pollo” Brito.
Descendiente de los Méndez
Por otro lado, Julio Arturo Fernández, apodado “El Ruiseñor del Zulia”, tiene 12 años, estudia el primer año de bachillerato en la Unidad Educativa Privada Colegio La Epifanía, en el municipio San Francisco.
Desde los 4 años se la pasaba todo el día cantando, “en la casa, en el carro, en el colegio, en cualquier lugar donde estuviera”. A los 5 años empezó a recibir clases de canto, vocalización y cuatro en diferentes instituciones musicales del municipio. Actualmente, estudia canto, cuatro y teclado en La Fundación de la Gaita y la Fundación para la Gaita y la Cultura Monseñor Luis Guillermo Vílchez Soto (Fundapavil).
También se prepara en el conservatorio José Luis Paz Núcleo-Maracaibo y pertenece a la agrupación infantil Los Zagalines del Padre Vílchez.
Con apenas 6 años y bajo el acompañamiento de Gaiteros de Tigoman, Julio Arturo grabó su primer tema, llamado Triste Navidad.
En 2017, a los 7 años, empezó a gaitear con Querubines del Padre Vílchez y participó en su primer festival de canto llamado Ídolos de la canción, en el que resultó finalista.
En el 2019, dejó muy en alto el gentilicio zuliano al ganar el Festival Nacional de Música Llanera, transmitido en el programa Corazón Llanero, de Venezolana de Televisión, en su espacio Talento de Corazón. Interpretó música venezolana estilizada, recibiendo los elogios del jurado, compuesto por destacados intérpretes de la canta criolla.
Al año siguiente, grabó dos gaitas con Los Zagalines Originales para conmemorar los 50 años de su creación y obtuvo el primer lugar en el Festival Internacional Canta a mi lado.
En enero de 2021, grabó su primer cover, del tema Háblame de Maracaibo, una gaita sinfónica. Y este año, la Unidad Educativa Privada América Norte le otorgó un reconocimiento por su participación en el cierre musical de la promoción XXII.
El pasado septiembre, obtuvo el premio Cantante Infantil del Año, en los Latín Mara Internacional, realizado por primera vez en Caracas y grabó el tema Flores para La Chinita, de Pedro Felipe Sosa Caro, una producción de Corazón Llanero.
“El Ruiseñor del Zulia” recuerda con mucho cariño a todos los profesores de canto que lo han apoyado: Alberto Solórzano, Reinier Villasmil, Pancho Fuenmayor, Jefferson Rito, Aliana Albornoz y Héctor Pérez, y al resto de instructores y compañeros de la escuela de música Fundapavil.
Sus impresionantes recursos vocales, personalidad y carisma lo sitúan como un niño prodigio del canto. La vena artística de Julio Arturo proviene de su familia paterna los Méndez, cuna de cantantes e instrumentistas casi todos gaiteros.
En la capital zuliana se ha presentado en el Teatro Baralt y en el Centro de Arte de Maracaibo Lía Bermúdez, así como en Caracas, en el Teatro Junín.
Este jovencito recuerda a Ricardo Aguirre como “el Padre de la Gaita, es un hombre que marcó una generación antes y un después. Entre mis allegados escuchamos mucho La grey zuliana y El golpe tradicional, las cuales transmiten el amor por el Zulia, pero sobre todo el amor por La Chinita.”
La tarde de este martes 8 de noviembre, en la plazoleta de la Basílica de La Chinita, estas tres nuevas promesas gaiteras estarán compartiendo escenario junto con 400 gaiteros en la búsqueda del Récord Guinness como la banda folclórica venezolana más grande del mundo.
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