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Zinedine Zidane, entrenador del Real Madrid, dirigió ayer su primer entrenamiento con el equipo merengue. Al estadio Alfredo di Stéfano de Valdebebas asistió toda la plantilla, con excepción de Gareth Bale, quien trabajó en solitario en el gimnasio debido a unas molestias musculares.
El recinto estaba lleno de aficionados, en su mayoría niños, que fueron a ver la práctica y a deleitarse con sus ídolos. A “Zizou” se le vio bastante activo, conversando constantemente con todos los jugadores.
El francés, que será asistido por David Bettoni en su etapa en la casa blanca, mandó a los jugadores a darle una vuelta al campo, después realizaron circuitos en el campo y unos rondos y finalizaron con un pequeño partido en un cuarto del campo y en el otro emplearon centros y remates.
En su presentación, Zidane expresó que quiere recuperar el estilo ofensivo para el club. “Sí. Voy a jugar con los tres atacantes. Lo que voy a intentar es dar ilusión. Todos los partidos los podemos ganar con juego, entrega, esfuerzo y todos los valores del madridismo. Voy a intentar eso, que sea así, con buen juego”.
El DT de 43 años afirmó que siempre jugará con Cristiano Ronaldo, Karim Benzema y Gareth Bale en el ataque, y que buscará la forma de reintroducir en el esquema a los creativos James Rodríguez e Isco Alarcón, quienes habían sido relegados por Benítez en las últimas semanas, para que se complementen con Luka Modric y Toni Kroos en el medio del campo.
“Zizou”, quien vistió la casaca blanca entre el 2001 y 2006, habló sobre lo importante que es la relación entre un técnico y los futbolistas. “Hay que estar cerca de los jugadores. Lo más importante es tener una buena relación con todos los jugadores. Yo soy el responsable del equipo y me interesa que todo vaya bien y tener una buena relación con todos, los jugadores lo primero”.
El francés llega al Real Madrid como quizás la solución a un problema que trae el club desde hace meses. Zidane tiene a favor su experiencia en el banquillo como segundo de Carlo Ancelotti, y seguidamente entrenar el equipo B, el Castilla. Otra cosa a su favor es la buena relación que guarda con los futbolistas, pero dirigir al máximo nivel y al equipo más grande del mundo es un gran reto. Su primera prueba será el próximo sábado, cuando su escuadra reciba al Deportivo La Coruña en el Santiago Bernabéu.