
Poco
Una ola de popularidad de licuados o jugos verdes acapara la atención de quienes quieren bajar de peso o entrar al mundo del fitness. Están por todas partes, y aunque en las redes sociales o en los portales digitales los pinten como “una maravilla”, la realidad es otra. Expertos aseguran que la famosa “dieta detox”, como se le conoce comúnmente, puede provocar efectos secundarios o efecto rebote en su defecto, sobre todo en quienes sufran alguna patología.
Johan Almarza, especialista en Nutrición y Metabolismo Humano y Miembro de la SVEM, no se explica cómo la gente los puede consumir. Señaló que comúnmente las personas que optan por este tipo de opciones para obtener “un cuerpo mejor” lo hacen sin conocimiento y por moda. “Nosotros tenemos nuestros propios órganos desintoxicadores, ningún jugo de estos va a sustituir lo que por función le corresponde al organismo, es absurdo. Esto es un eslavismo y la gente se está prestando para ello, y hay quienes pagan hasta servicios online por el zumo detox y te cobran cinco mil, seis mil bolívares por esa desfachatez. Estas dietas no te aportan ni las calorías ni los nutrientes que aportan una comida normal”.
Un discurso promocional más que científico, así lo define Verónica Mata, nutricionista, quien no duda que la creación de estos batidos se hizo con fines lucrativos. “Poco a poco se han convertido en un negocio rentable para centros de entrenamiento, gimnasios y puntos de venta callejeros que los han dotado de propiedades poderosas de desintoxicación corporal capaces de devolver al cuerpo un equilibrio saludable, pero estas propuestas llevadas al extremo pueden desequilibrar el organismo, poniendo en riesgo la salud”.
La especialista señaló algunos de los efectos adversos que estos pueden producir en caso de que se consuman como el único alimento. “El ayuno aumenta el riesgo de padecer cálculos en la vesícula biliar, además de deshidratación. Debilita el sistema digestivo, genera cefaleas, hígado graso y baja la tensión arterial”.
Antecedentes
En 2009 un grupo de científicos adscritos a la red Voice of Young Science publicaron los resultados de una investigación que revisó varios de los kits detox más populares del mercado. Su teoría fue que ninguno era capaz de demostrar su potencia purificadora, ni de hacer lo que prometía.
“Nuestra conclusión es que el término detox es un mito”. Algo similar afirmó tiempo más tarde la organización de consumidores Australia Choice, después de revisar varios programas de desintoxicación: “Consumir batidos por una semana o dos no salvarán a nadie de los daños de un año de comer mal, fumar o beber en exceso”.
¿Tiene sus ventajas?
Mata afirmó que un jugo o licuado a base de verduras tiene algunas ventajas al ser una bebida cargada de antioxidantes, vitaminas, minerales y en algunos casos fibra, pero lo cierto es que estos beneficios también pueden lograrse con una dieta equilibrada sin jugos. “Estas bebidas verdes pueden ser útiles para personas con requerimientos especialmente elevados de vitaminas como las mujeres embarazadas o los fumadores. También pueden ayudar a algunas personas a combatir el estreñimiento, pero la realidad es que no deben excederse”.
REACCIÓN TRAS DE SU CONSUMO
Al primer sorbo
Las señales de hambre que envía tu cerebro son respondidas con una oleada de azúcar procedente de la fruta (y no, sustituirlas solo por verduras tampoco es una buena idea).
30 minutos después
Mientras tus células absorben la glucosa, tu nivel de azúcar en la sangre empieza a venirse abajo. Puede que comiences a sentirte mareada. Mientras tanto, debido a la falta de calorías, tu cuerpo se ve privado de glucógeno.
2 días después
Con cada sorbo de zumo, los niveles de insulina se disparan, para luego estrellarse. Las reservas de glucógeno hace tiempo que se extinguieron, dejando la despensa vacía (y, con ello, una sensación de debilidad).
3 días después
El cerebro no está nada contento. Si eres propensa a las depresiones, casi seguro que a estas alturas te sientes triste. Además, el alto porcentaje de carbohidratos del zumo causa la entrada de mucha agua en tus intestinos. Ese extra de líquido en tu vientre te provocará diarrea.
4 días después
Sin comida que digerir, el intestino se siente ignorado. Las pequeñas vellosidades que lo cubren (para convertir la comida en alimento para la sangre) empiezan a atrofiarse. Puede que la diarrea empeore, acercando cada vez más a la deshidratación.
8 días después
¡Comida sólida al fin! Pero… ahí es cuando hace acto de aparición el temido efecto yo-yo de estas estrictas dietas. La desproporción entre grasa y masa muscular altera el metabolismo y consigue que las calorías sean mucho más difíciles de quemar.