20 años de destrucción de la economía y democracia venezolana

La democracia ha sido gravemente herida, no hay libertad de expresión, los medios impresos y radioeléctricos están asediados con censura y autocensura. Muchos impresos han cerrado, y los que quedan en su mayoría son pasquines oficialistas que repiten diariamente las mismas mentiras

“La economía de Venezuela para ilustrarla mejor, es como alguien tendido en el suelo y Maduro encima, dándole con un puñal, desesperado, mira a ver si la persona continúa con signos vitales, sino continuará dándole cada vez más fuerte, es muy lamentable, pero jamás vi algo tan feroz ocupando un cargo de esa naturaleza, ni lo imaginé que llegara a existir, destroza toda teoría económica existente”. Willian Nordhaus / Premio Nobel de Economía

A raíz del derrumbe del Muro de Berlín en 1989, Fidel Castro junto con Lula Da Silva, los Kirchner, Daniel Ortega y otros líderes latinoamericanos fundaron el llamado Foro de Sao Paulo con miras a desestabilizar democracias en América Latina inspirados en el pensamiento marxista leninista e instaurar en la región regímenes similares a la dictadura comunista de los Castro en Cuba. Fidel no descansó nunca en su afán de lograr ese macabro cometido. En los años 60 del siglo pasado, apoyó con armas, soldados y logística guerrillera a varias insurrecciones, especialmente en Venezuela por su petróleo. 

Lo que no pudo lograr Fidel fue apoderarse de parte del petróleo venezolano a través de la violencia, lo logró pacíficamente por el entreguismo de nuestra soberanía del teniente coronel Hugo Chávez Frías a los designios del ambicioso dictador cubano, cuya tiranía lleva más de 60 años esclavizando a Cuba con hambre y represión. Aquí cabe recordar que el primer país que visitó Fidel Castro después de derrocar a Batista fue precisamente Venezuela. Posteriormente el propio Fidel confirmó que el país que iba a tomar para su aventura guerrillera el “Che” Guevara, era precisamente el nuestro (esta información la dio Fidel en su asistencia a un Aló Presidente en el 2001). En promedio desde el año 2001, la narcotiranía le ha regalado a Cuba unos 80 mil barriles diarios de petróleo, le pagamos además el espionaje en la FANB y otras instancias del Estado. Más de 20 mil cubanos tenemos aquí en esa macabra injerencia.

En los 20 años transcurridos desde 1999 hasta nuestros días se han gastado más de un billón y medio de dólares de las reservas internacionales, una elevada proporción; más de la mitad ha sido robada a través de los manejos irregulares del control cambiario, entregando dólares preferenciales a mafias que no las destinaron para las importaciones establecidas, sino para engordar las cuentas personales de los mafiosos beneficiados. 

Otra parte importante de las reservas internacionales, más de 150 mil millones de dólares se esfumaron a través de los fondos parafiscales Fonden y Bandes. Otra porción nada despreciable se la robaron de las inversiones previstas para los sistemas hidráulico y eléctrico, estimado en unos 100 mil millones de dólares que no se realizaron, de allí el colapso de ambos sistemas con escasez de agua y apagones diarios. Cada vez se descubren los destinos de este saqueo al país, con enormes cuentas personales de esas mafias en Andorra, Banca Suiza, paraísos fiscales, además de una inmensa cantidad de bienes raíces, en poder de tan despiadados delincuentes.

Miles de empresas de los sectores industriales, agropecuarios y comerciales han sido expropiadas. Una elevada proporción o están cerradas o están funcionando precariamente y están siendo manejadas clientelarmente. La producción nacional se ha venido reduciendo, aumentando así la necesidad de aumentar las importaciones, y como las reservas internacionales fueron tomadas y saqueadas, no quedan dólares para atender importaciones de alimentos, medicinas e insumos de la producción. De allí entonces la escasez de estos bienes en el mercado nacional, que se agrega a la crisis eléctrica y del agua potable. 

Las empresas básicas están prácticamente cerradas, de allí también la escasez de aluminio y acero. PDVSA, cuya meritocracia fue destruida por instrucciones de Fidel Castro, advirtiéndole a Chávez que si no lo hacía, no podría controlar la renta petrolera. Hoy, la producción de petróleo está por debajo de los 900 mil barriles diarios y aún le siguen regalando 40 mil barriles diarios a Cuba.

La democracia ha sido gravemente herida, no hay libertad de expresión, los medios impresos y radioeléctricos están asediados con censura y autocensura. Muchos impresos han cerrado, y los que quedan en su mayoría son pasquines oficialistas que repiten diariamente las mismas mentiras. Más de tres millones de personas han emigrado a otros países, porque aquí las oportunidades de empleo bien remunerados no existen. Miles de ciudadanos han sufrido y sufren cárcel con torturas, miles de perseguidos por pensar distinto a la narcotiranía. Los poderes públicos cada vez más concentrados, con una espuria Asamblea Nacional Constituyente cubana, un TSJ y una Fiscalía también espurios. El único poder legítimo es la AN que designó interinamente al ingeniero Juan Guaidó, que viene tomando las decisiones acertadas para salir de la narcotiranía. Se acerca el fin de estas dos décadas de destrucción de la economía y la democracia.    

 

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