2016 será peor que el 2015

Hasta los más desprevenidos saben que este año 2016 nos va a hacer que le pidamos al 2015 que vuelva, que ya es mucho decir

En realidad, las fiestas de 2015, quienes pudieron realizarlas en medio de la insoportable crisis económica que acogota a los venezolanos que llegó a hacer inalcanzable la compra de lo más esencial, en medio de una aparente alegría y el júbilo que por siempre hemos demostrado en estas festividades tradicionalmente, podemos decir que la procesión iba por dentro.

Mucha gente se abstuvo de comprarse un estreno: profesionales de una clase media que la revolución se encargó de extinguir gracias al propósito del iniciador de esta catástrofe, Hugo Chávez Frías, de que todos teníamos que ser iguales, pero hacia abajo, en lugar de ir de abajo hacia arriba, como sucedió en la Venezuela de la muy criticada cuarta república, cuando cualquier persona nacida en los estratos más pobres, si tenía voluntad y ganas de echar palante, estudiaba, se hacía profesional  y accedía al campo de trabajo, y en poco tiempo podía decir que tenía para dar una cuota inicial de una vivienda, de un vehículo, y cuanto requería para iniciar una vida familiar.

Cuesta trabajo decir algunas verdades porque de pronto lo consideran a uno como especie de aves de mal agüero, pero cuando nos abrazábamos para darnos el “feliz año”, sabíamos que se trataba solamente de un decir, porque hasta los más desprevenidos saben que este año 2016 nos va a hacer que le pidamos al 2015 que vuelva, que ya es mucho decir.

Todo indica que la escasez de los más esenciales alimentos que consumimos, se va a agudizar porque el régimen quebrado como está, y violando el artículo 115 de la Constitución, de no atender las necesidades de divisas de industriales y empresas de todo orden que requieren de estas para llevar adelante su actividad  productiva, como está obligado a hacerlo por haber impuesto un control de cambio, trastocó a Venezuela entera.

Conindustria habla de más de seis mil empresas quebradas y cientos trabajando a mínima capacidad de producción. Consecomercio da cifras espeluznantes de más de 400 mil establecimientos comerciales, quebrados, con sus consecuencias en el desempleo. Los productores agropecuarios han visto venir abajo su actividad y sus cosechas. Todo es ruina. 

Por eso saludamos la información que le dio al país el nuevo presidente de la AN de Venezuela que en los próximos seis meses se le estará dando forma a la vía para salir de esta locura de Gobierno que preside Nicolás Maduro, que fue por la que votó realmente el pueblo venezolano el pasado 6-D de 2015.

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