LUZ
El pasado lunes 5 y martes 6, de diciembre, se realizó el último acto solemne de grado del 2016, donde egresaron 2873 nuevos profesionales que se suman a los 338 que optaron por la modalidad de taquilla, para un total de 3211 egresados de LUZ, en esta última jornada de grado de este año.
Como siempre, a las autoridades universitarias nos llena de alegría y entusiasmo de seguir adelante, que a pesar de las adversidades que enfrenta la academia, LUZ sigue dando sus mejores frutos para el progreso de la nación. Sin lugar a dudas, es el mejor ejemplo de superación y cambios constantes que podemos tener.
Cuanto más rápido cambia la sociedad, más nos cercioramos, en las universidades, de que no basta con buscar la verdad científica y transmitir conocimientos. En la gloria de ellos, con ese traje académico, está puesta la esperanza del futuro de nuestro hermoso país.
Su Santidad, el papa Francisco, en la Jornada Mundial de la Juventud celebrada en julio de este año, en Polonia, fue muy claro al decir: “Puedes tener defectos, estar ansioso y vivir irritado, algunas veces, pero no te olvides que tu vida es la mayor empresa del mundo. Solo tú puedes evitar que ella vaya en decadencia”.
Y de eso se trata. Ellos deben seguir creciendo, jamás detener el largo camino de formación. No caer en la conformidad y en el pesimismo. Y por sobre todas las cosas, ser felices y agradecer a Dios.
Me es preciso indicar que, en este último acto de grado, egresaron 757 nuevos médicos cirujanos al servicio de la salud de los zulianos y los venezolanos. Hombres y mujeres que escogieron el camino de las ciencias de la salud, avocados por el servicio social y esa necesidad de curar a los enfermos, que lamentablemente hoy padecen las penurias de los medicamentos.
Son profesionales guerreros, que les toca luchar y dar lo mejor en tiempos difíciles, donde el pueblo los necesita más, por la aparición de enfermedades extrañas y muchas otras que parecían erradicadas muchos años atrás. En estas fechas de Adviento, la universidad se regocija al verlos egresar, porque sembró, en cada uno de ellos, conocimientos, valores y enseñanzas que hoy cosechan como la siembra de su futuro.
Desde el Vicerrectorado Académico, extiendo mi reconocimiento a sus familiares, a sus padres, esposas y esposos, hijos y también a sus amigos y compañeros quienes los apoyaron para emprender y conquistar el camino del éxito y por supuesto, a sus profesores, quienes dieron lo mejor de sí para que alcanzaran su meta. ¡Felicidades!