40 años sin el Rey

Su u00faltima canciu00f3n la grabu00f3 en el Jungle Room de su mansiu00f3n con el tu00edtulo de Way down. (Foto: Agencia)

Elvis Aaron Presley falleció el 16 de agosto de 1977 a los 42 años. Memphis, la ciudad donde falleció, lo recordará con siete días de festejo, que incluyen mesas de debate, conciertos y hasta misas conmemorativas

Hoy se cumplen 40 años de la muerte de Elvis Presley y Memphis, la ciudad donde falleció, se lo recordará con siete días de festejo, que incluyen mesas de debate, conciertos y hasta misas conmemorativas. Es que el Rey del Rock and Roll, que murió un 16 de agosto de 1977, tiene un lugar importante en la historia de la música y no sólo para sus fanáticos.

Elvis revolucionó a la sociedad conservadora de los 50 con su voz seductora y movimientos de cadera sensuales. Liberación sexual, protesta, rebelión, todo sintetizado en letras románticas y canciones con mucho ritmo que pusieron en foco a los adolescentes, antes relegados a ser solo seguidores de las doctrinas paternas.

Nació en Tupelo, Misisipi, en un hogar sin abundancias: su padre era un empleado informal y su madre una costurera. A los 10 años, mientras él ansiaba una bicicleta, sus padres le regalaron una guitarra de 7,9 dólares. Mientras cursaba la primaria aprendió a tocar solo y gracias a su experiencia en el coro de la iglesia pronto pudo tocar profesionalmente.

En 1954, llegó That’s All Right, su primer álbum de rock y de ahí en adelante su carrera ascendió con más de mil millones de discos vendidos, tres Grammy y su participación en más de 30 filmes de Hollywood. Hay sellos postales con su rostro y sus discos son vendidos hasta hoy en todo el mundo.

De 1958 a 1960, Elvis hizo su servicio militar en la ciudad alemana de Friedberg, donde conoció a Priscilla Beaulieu, la hija de 14 años de un soldado, y se casó con ella en 1967. A los nueve meses nació la hija de ambos, Lisa Marie. Pero la pareja se divorció en 1973, pues según su mujer él le dedicaba poco tiempo a la familia. Por esa época el músico ya sucumbía a los estimulantes, sedantes y somníferos.

Muerte del Rey

A mediados de los 70, la etapa de oro de Elvis ya había pasado y se presentaba en los escenarios ebrio y con un exceso de peso que dificultaba sus movimientos. En junio de 1977 brindó su último concierto ante casi 20 mil personas en Indianápolis. “Lucía horrible, realmente horrible. Obviamente sabíamos que no estaba bien de salud, pero dio un buen concierto”, admitió Jacque Quick a la emisora WIBC.

Su última canción la grabó en el Jungle Room de su mansión con el título de Way down (Cuesta abajo) y murió pocos días después. “Nadie mató a Elvis excepto Elvis”, dijo su mánager, “Coronel” Tom Parker.

Elvis tenía 42 años cuando fue hallado boca abajo en el piso del baño de Graceland (hogar desde su juventud hasta el resto de su vida) y según los médicos fue una muerte “por falla cardíaca”. La obesidad y los años de abuso de drogas malograron al artista. “No podía tolerar en lo que se había convertido y anestesiaba su dolor cada vez que podía”, expresó en ese entonces su biógrafa Alanna Nash.

A pocas horas antes de su muerte, un guardaespaldas lo describió en una entrevista como “drogado y paranoico” y lo que dio hincapié a fuertes rumores de que el Rey murió por sobredosis. 

Sin embargo, sus éxitos son clásicos que aún no se olvidan, tanto así que en 2016 Presley ocupó el cuarto lugar en la lista de Forbes de celebridades fallecidas que más ganan, con más de 27 millones de dólares en ganancias.

Conmoción en USA

El 17 de agosto, miles de personas se concentraron alrededor de la Graceland Mansion, la residencia de la estrella, para rendirle homenaje y dar el último adiós al legendario cantante. En un Elvis Presley Boulevard repleto, el cóctel de emoción, calor sofocante y muchedumbre provocó decenas de desmayos y la intervención de ambulancias. Los admiradores anónimos fueron autorizados a inclinarse ante el féretro de cobre del artista. Muchos lloraron al depositar ramos de rosas rojas frente a Elvis, vestido con traje color crema, camisa azul y corbata plateada. 

En Washington, la Casa Blanca recibió cientos de llamadas telefónicas que reclaman un día de duelo nacional. “Ninguna muerte, desde la del expresidente John Fitzgerald Kennedy (14 años antes), había conmovido tanto al pueblo norteamericano”, escribió una pareja de californianos en un telegrama dirigido a Jimmy Carter. El presidente rindió homenaje al cantante “único e irreemplazable”, símbolo de “la vitalidad, el espíritu de rebelión y el buen humor” de Estados Unidos. 

En todo el país, las tiendas de discos fueron tomadas por asalto. “En Charleston (Virginia Occidental), dos mujeres casi llegan a las manos para adquirir el último ejemplar de Moody Blue, el último disco de Elvis”, relató la AFP.

En una sola jornada se vendieron 250 mil ejemplares del álbum. Los talleres de fabricación de discos trabajaron día y noche para alimentar la voracidad de admiradores a los que el King ya había vendido en vida más de 500 millones de ejemplares. 

En la noche del 17 al 18 de agosto, todos los hoteles de Memphis estaban completos y miles de fanáticos inconsolables permanecieron frente a la mansión. Dos de ellos fueron atropellados por un conductor ebrio. 

Con la mirada perdida, un seguidor no lograba conciliar el sueño frente al portón de entrada decorado con dos estatuas de hierro de Elvis guitarra en mano, rodeado de coronas mortuorias. “Al enterarme de su fallecimiento, sentí el dolor más terrible de mi vida, como una puñalada que se hubiese llevado una gran parte de mí mismo”, relató al enviado especial de AFP un fan dueño de cerca de 300 discos de vinilo de la estrella. 

El funeral

En la madrugada del 18 de agosto, entre tres y cinco mil admiradores se concentraron frente a la villa, algunos con camisetas y banderines con la imagen de su ídolo. El centenar de periodistas presentes fueron mantenidos ligeramente a distancia por agentes de seguridad vestidos con elegancia llamativa y joyas ostentosas, fieles al estilo del ídolo. Los funerales comenzaron por una misa de rito bautista para un grupo reducido de invitados en la Graceland Mansion. La muchedumbre tuvo que conformarse con ver pasar el cortejo del coche fúnebre seguido por 15 Cadillacs, blancos, el color favorito del difunto. El cuerpo de Elvis Presley remontó la avenida que lleva su nombre hasta el cementerio de Forest Hills, unos kilómetros más al norte. Allí fue inhumado el King, en el mausoleo familiar de mármol rosado, frente a 50 personas, entre ellos sus familiares, unos pocos amigos íntimos y algunos famosos, como los actores John Wayne y Burt Reynolds. 

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