Hace cuatro meses “Pelo e Chivo” se esacpó del retén de El Marite. No emigró con sus cómplices, se refugió en el sector los Los Laureles, desde ahí coordinaba a sus secuaces
Los funcionarios de la Dirección de Inteligencia y Estrategias Preventivas (DIEP) y el Equipo de Respuesta Especial (ERE) de la Policía regional ultimaron ayer a Darwin Enrique Vargas Jiménez, alias “Pelo e’ Chivo”, durante un enfrentamiento en el sector Los Laureles, en Cabimas. Estaba entre los 10 delincuentes más buscados en la Costa Oriental del Lago.
Biagio Parisi, secretario de Seguridad y Orden Público, detalló, en una nota de prensa, que al sospechoso lo acorralaron en su guarida, la casa 1 de la parroquia Germán Ríos Linares. Lo acorralaron, sacó un revólver, calibre 38, y disparó contra los oficiales con la intensión de evadirse. En el enfrentamiento lo hirieron, lo llevaron a Ambulatorio Urbano Federación, pero ingresó muerto.
El “Pelo e Chivo” pertenecía a la banda del “Cunaguaro, el “Puchungo” y “Willi Meleán”. Lo buscaban por los delitos de homicidio y extorsión en la subregión. Se le vincula en el asesinato de José Rivas, funcionario de Policabimas, en septiembre de 2014, y de un comerciante en el municipio Santa Rita.
“Sobre este sujeto pesaba además una orden de captura ya que se encontraba evadido del Centro de Arrestos Preventivos Reten El Marite donde purgaba condena por varios delitos”.
Según los oficiales, Vargas aprovechó, como otros delincuentes, el desalojo del retén hace cuatro meses para escaparse con algunos de sus compinches. Perdieron su rastro. Regresó a sus andazas y pudieron ubicarlo. Aún continúa la búsqueda del resto de los integrantes de las bandas que operan en la Costa Oriental del Lago.
El cuerpo de “Pelo ‘e Chivo” fue llevado a la morgue del Hospital de Cabimas. Están a la espera de sus familiares.
Historial criminal
“Pelo ‘e Chivo” supo como evadirse de la justicia. Comenzó en su adolescencia con bandas. A los 27 años lo detuvieron por primera vez, en marzo 2006. Lo privaron de libertad por los delitos de desvalijamiento de vehículo automotor, aprovechamiento de vehículo proveniente del robo y hurto y porte ilícito de armas. Solo estuvo unas semanas en la cárcel. Sus abogados lograron que le otorgaran una medida de libertad y regresó a su casa. En junio de ese mismo año, el Juzgado Quinto de Primera Instancia en función de ejecución de penas lo absolvió de sus culpas y revocó la pena de tres años. Vargas recobró sin dificultad su libertad plena. Se organizó con otras bandas, se especializó en el homicidio y la extorsión, en cuestión de meses lo reclutó la banda Los Meleán y se transformó en uno de sus sicarios más hábiles.