Le perforan el hígado y el riñón de un balazo

Los familiares señalan a unos oficiales del asesinato. Su pariente acompañaba a unos amigos en una barricada en el barrio Los Andes cuando los funcionarios llegaron a pie y lo hirieron. Mike Medina, vendedor en un puesto de pastelitos, pasó dos días en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital General del Sur antes de fallecer

Un tiro en el abdomen recibió Mike Joseph Medina Romero (20), la bala no salió, le perforó el hígado y riñón. Lo operaron, pero pereció tras pasar dos días en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital General del Sur.

La madrastra comentó, en la morgue del centro de salud, que Medina salió, la noche del martes, a buscar a su hermano menor a dos cuadras de la vivienda de la abuela, donde unos vecinos armaron una barricada con troncos y ramas de árboles, en el barrio Los Andes, parroquia Manuel Dagnino de Maracaibo.

La comunidad pasó unas cinco horas en la calle. A las 2.00 de la madrugada llegaron, presuntamente, unos policías, apagaron las luces de las patrullas y abrieron fuego contra el grupo, detalló uno de los testigos a los detectives de la Policía científica.

Los siete jóvenes y la dama que estaban en la calle corrieron para resguardarse, cuando los funcionarios se retiraron notaron que Mike estaba herido. Lo auxiliaron y trasladaron al hospital. A la emergencia ingresó a las 3.10 de la madrugada del pasado miércoles.

Con desesperación, la madrastra de Medina se cuestionaba “hasta cuándo la violencia”, mientras recibía en sus brazos a su hijo con un ataque de epilepsia.

La investigación

Los detectives de homicidio recibieron la novedad e iniciaron la investigación. Después de inspeccionar el cadáver se trasladaron a la calle 107A del barrio Los Andes. Ubicaron a los sobrevivientes y los llevaron a la oficina del cuerpo detectivesco para entrevistarlos.

La cantidad de detonaciones que escucharon los testigos se contradicen. Solo coinciden en que al joven lo hirieron hombres con uniformes de la Policía, aunque no detallaron a qué cuerpo de seguridad pertenecían, en que todos corrieron y que Mike Joseph ingresó herido a la casa de otro vecino, detalló un oficial ligado a la investigación. 

Los detectives mantienen las pesquisas sobre el caso para determinar lo ocurrido y si realmente quienes atacaron fueron funcionarios. “Pudieron ser colectivos también”, agregó.

Dolor familiar

En el patio de su casa, Eulices Vera, tío de la víctima, lloraba a su sobrino. Una pequeña acariciaba su cabellera para consolarlo, mientras hablaba no pudo contener las lágrimas. 

“No llevaba mi sangre, pero lo vi crecer”, aclaró Vera, describía a Mike como un joven tranquilo, “cuando le llamaban la atención ni contestaba”.

Agregó que no conocía los detalles sobre lo ocurrido porque no estuvo en el lugar, al día siguiente supo que estaba hospitalizado y la familia estaba esperanzada en la recuperación. Resaltó que es el tercer miembro de la familia que pierden por la violencia.

 

 

 

 

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