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El escrache reaparece en el mundo de manos de los venezolanos en el extranjero, donde el centro de este tipo de protesta son los políticos chavistas. Desde que iniciaron las manifestaciones contra el gobierno de Nicolás Maduro a principios de abril, circulan videos a través de las redes sociales en los que se ven a venezolanos residenciados en otros países ofendiendo verbal y públicamente contra algunos políticos del Ejecutivo nacional y sus familiares.
Ante estas acciones, algunos dirigentes de la oposición rechazan ese tipo de manifestación y aseguran que esa no es la solución a la crisis que vive Venezuela. Incluso, familiares de algunas figuras chavistas son objeto de ataques verbales en distintos lugares del mundo.
Elizabeth Safar, comunicóloga, no está de acuerdo con ese tipo de manifestaciones. Cree que es la hora de contenerse emocionalmente y ser mucho más racional. “El venezolano debe contener la emocionalidad y actuar más racionalmente, porque ese tipo de conductas pueden revertirse y convertir a una sociedad ingobernable debido a que no habría por dónde conducirla”.
Considera que el escrache no es bueno ni de un lado ni del otro. La comunicóloga expresa que el venezolano rechaza la impunidad, está cansado de que no exista castigo y ese es uno de los elementos que lleva al escrache, “porque hay mucha rabia acumulada en la gente, que ha estallado porque no tienen comida, ni medicinas y ese factor hace que salga la expresión más negativa del ser humano”.
Además destaca que en el decálogo de los derechos humanos nadie tiene la potestad de molestar al otro, y el escrache -a su juicio- son formas de molestar al otro, “no necesariamente el hijo de un chavista ha cometido el delito”.
Safar hace un llamado para que la gente reflexione porque el escrache no va a conducir a nada bueno, porque “profundiza el odio”.
Reduce la negociación
Luis Vicente León, presidente de la firma Datanálisis, explica que el escrache es una manifestación política que trata de mostrar una expresión de la rabia o de la frustración contra un político que hace actos contra el país.
“Entiendo que hay muchos políticos en Venezuela que podrían ser incluso merecedores de una expresión oral de ese tipo, pero soy un defensor de la diversidad y de la democracia, no puedo considerar que soy capaz de juzgar a una persona sin que haya una prueba, absolutamente incapaz de castigar así a una persona. A menos de estar seguro de su conducta”.
Precisa que esta es una acción pacífica sin agresión física, y una expresión verbal y moral. “Esto ha alcanzado a familiares e hijos, no conozco ningún país donde los hijos lleven sentencias legales de los padres, a menos que sea un corrupto y deba ser juzgado”.
León advierte que el escrache reduce la capacidad de negociación. “Venezuela necesita integración y en la medida que atacan a los chavistas con el escrache, impide que se puedan fracturar y genera una implosión que pueda ser negociada a futuro, con el escrache no están atacando a los chavistas, lo que hace es unirlos y no dividirlos”.
¿Qué es un escrache?
Según el Diccionario de la Academia Argentina de Letras, el escrache es una “denuncia popular en contra de personas acusadas de violaciones de los derechos humanos o de corrupción, que se realiza mediante actos tales como sentadas, cánticos o pintadas, frente a su domicilio particular o en lugares públicos”.
Casos de escrachados
– César Méndez, embajador de Venezuela en Suiza, fue el primer caso del mes de mayo de un escrachado: una venezolana lo encontró en un supermercado en Berna y lo persiguió por los pasillos con una cámara, gritándole “ladrón y corrupto” y recordándole que mientras él se da la buena vida helvética, en su país la gente “no tiene qué comer”.
– Tarek William Saab, defensor del Pueblo, en el Medio Oriente donde luego de dar una conferencia se encontró con una multitud que lo esperaba a las afueras de su hotel. “Escucha la voz de Venezuela acá en el Líbano, vayan donde vayan, van a escuchar a los venezolanos, en todas partes del mundo”, le gritó una mujer.
– La hija de Jorge Rodríguez, alcalde del municipio Libertador de Caracas, fue enfrentada por mujeres venezolanas que caminaban frente a una playa en Australia: “Muy bonito, vivir en Bondi mientras a todos los estudiantes los están matando”.
– Maripili Hernández, periodista, exministra de Hugo Chávez y dirigente del partido de Gobierno, le hicieron un escrache en Barcelona, donde dos venezolanos la abordaron en la calle: “Sin pañales, sin leche, sin comida. Hacer colas. ¿Esa es la revolución bonita que tú pregonas?, ¿esa es la patria que nos iban a dar a nosotros?”.
– Mario Isea, embajador en España, denunció durante un evento en el Centro de Venezuela Diversidad Cultural que él junto a 100 personas más estaban secuestrados en ese lugar sin poder salir, debido a que unos 500 ciudadanos protestaban a las afueras del sitio.