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En el sector Puntica de Piedra, parroquia Coquivacoa, sus habitantes deben mirar bien donde pisan, pues pueden aparecer desde culebras hasta ciempiés que podrían atacarlos. Esto se debe a la cercanía de las casas y los ranchos a la cañada del lugar, la cual se convirtió en un pantano repleto de monte y desechos sólidos.
Reny Torres, una de las perjudicadas por la situación, denunció que hace más de un año la quebrada, que lleva el mismo nombre del sector, no se limpia. «La última vez que la limpiamos fue en agosto del año pasado, porque los hombres de la comunidad nos organizamos».
El monte le sobresale a más de un metro de altura, mientras que el agua negra está repleta de envases plásticos. El caudal que desemboca en los manglares del Lago de Maracaibo es el principal enemigo de sus habitantes, pues les causa miedo por las enfermedades.
Carolina Urdaneta vive al borde del torrente, en un rancho con sus cuatro hijos. Dijo que en la noche casi no duerme pendiente de que las ratas no muerdan a sus pequeños. «Es feo vivir así, porque todo el tiempo hay un animal rondando. Pero nosotros somos pobres y nadie nos para bola».
La pasan mal
Jesús Martínez tiene más de 30 años viviendo al lado de la quebrada. Para el hombre al que la costumbre le inmunizó el olfato y el temor a los rastreros, lo que no deja de temer es por la salud. «No solo a mis nietos, también a los demás niños del barrio les da crisis de asma, vómitos o diarrea por temporada».
La resignación es parte de lo cotidiano en la comunidad del sector Milagro Norte 2. Los habitantes llaman a la Gobernación del estado Zulia para que se acerque a resolver su predicamento. «Ya no sabemos a quién decirle que nos limpien esto, ya no se aguanta y eso sin contar que el Lago sigue tragando sucio», comentó una vecina que no quiso identificarse, quien denunció que vecinos de comunidades cercanas van a «echar la basura allí».