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El cadáver de Alejo Antonio Mota, de 60 años, estaba sentado maniatado y amordazado dentro de su apartamento ubicado en el viejo hospitalito de la urbanización La Paz. Tenía 72 horas encerrado dentro del lugar y la putrefacción llamó la atención de los vecinos, quienes notificaron a los servicios de emergencia para que revisaran lo que pasaba dentro de la vivienda.
Los funcionarios del Cuerpo de Policía Bolivariana del Estado Zulia llegaron al sitio y encontraron la reja y la puerta asegurada. Los efectivos forzaron la puerta y vieron al hombre sentado y con las manos y los pies atados. Debido a su avanzado estado de descomposición era imposible determinar cómo le ocasionaron la muerte. Hasta ayer no se sabía si lo apuñalaron y le dispararon.
El hogar de Mota lucía como arrasado por un huracán. Las mesas estaban patas arribas y las gavetas estaban fuera de lugar. Al parecer quienes estaban en el sitio, robaron. Pero la Policía científica no se aventura a ninguna de las hipótesis para el caso y mantiene la precaución en torno a este. Los vecinos informaron a la Policía que el ultimado vivía solo.
Destacaron que el pasado martes lo vieron salir a comer y luego se encerró a beber. Desde ahí nadie supo de su paradero hasta que la putrefacción accionó a los vecinos. Contrario a la Policía científica, los habitantes de la invasión sospechan de los delincuentes que viven en la estructura. Añadieron que la víctima alojó a un hombre quien supuestamente le robó 40 mil bolívares fuertes
Mota tenía una tienda en el edificio invadido. Quienes lo trataron indicaron que era una persona tranquila y muy educada. Hasta el cierre de esta edición los familiares del occiso no habían aparecido en la morgue forense de Maracaibo para reclamar el cuerpo.