Empresarios
Las empresas de alimentos, agrupadas en Cavidea, recibieron la decisión de Sunagro. Se les ordenó desviar entre 30 por ciento y 100 por ciento de su producción de leche, azúcar, pasta, aceite, harina de panadería (trigo) y harina de maíz a la red pública administrada por el Gobierno nacional.
Pablo Baraybar, presidente de la Cámara Venezolana de la Industria de Alimentos, alertó que “la producción de las empresas privadas tiene que pasar a las cadenas de distribución del Estado. Si el Estado tiene 230 empresas que deberían cumplir con ese rol, nosotros desde Cavidea cumpliríamos con la función de apoyar y no de hacer toda la cobertura”.
La Superintendencia Nacional Agroalimentaria (Sunagro) inició en abril un plan de redireccionar la producción para uso y distribución de cadenas del Gobierno. Se intervino en los despachos de 201 mil kilos de harina PAN de Empresas Polar, en planta Turmero para establecimiento de PDVAL.
La medida, emitida por la superintendencia que emite y autoriza la movilización de los alimentos, no solucionará “los problemas” de escasez, por el contrario se “agravará”, alertó Baraybar, pidiendo una reunión con las autoridades para explicar las consecuencias.
Adelantó que la cadena pública de Mercal, PDVAL y Bicentenario “no tiene la misma cantidad de puntos de distribución que las redes privadas. Así que de pasar de cuatro mil 300 personas por cada punto de una cadena privada pasarán de 380 mil personas por día en un centro del Estado. Las colas aumentarán”.
Más escasez
El sector descarta solución para frenar al “bachaqueo” si los productos que se negocian en el contrabando y venta en mercados paralelos son en los centros de distribución del propio Gobierno.
Con la desviación de productos y despacho solo para mercados del Gobierno “los más afectados serán los consumidores”, advirtió Cavidea en mensajes publicados en su cuenta de Twitter. “La red privada tiene 15 veces más locales que la red pública. Con esta medida el principal perjudicado es el consumidor quien estará obligado a trasladarse mayores distancias”.
Resaltó que “la nueva orden no resuelve el problema de escasez, se debe impulsar la producción nacional para poder abastecer el mercado”. Lanzó la propuesta de reactivar las fábricas del Estado para que “operen a máxima capacidad” y reducir la dependencia de las importaciones “al reactivar los circuitos agrícolas en el país, donde podemos ser autosuficientes”.
Se propone el precio justo para productos y cubrir los costos de producción a fin de garantizar “sostenibilidad” de los circuitos. Y “acceso oportuno y suficiente a materias primas e insumos importados, pago de la deuda y liquidación de divisas a proveedores”.
En cifras
32 % cayó la producción nacional de alimentos, que Cavidea propone recuperar.
1.400 millones de dólares adeuda Venezuela a proveedores internacionales de materia prima.