Verborrea neurótica

Estas personas que hablan en exceso registran una gran taquipsiquia (velocidad de pensamiento), lo cual no significa que digan cosas congruentes

Las personas parlanchinas suelen padecer alteraciones psicológicas que las obligan a parlotear en forma inusual, esto se llama ¨verborrea¨. A la verborrea, muchos le dicen diarrea verbal y se expresa cuando un sujeto habla sin cesar, se trata de un síntoma de algún trastorno emocional o psíquico.

La modalidad más grande de verborrea se presenta en individuos neuróticos, psicóticos y maníacos. Estas personas que hablan en exceso registran una gran taquipsiquia (velocidad de pensamiento), lo cual no significa que digan cosas congruentes, sino todo lo contrario. Los gobernantes escondidos en la polvareda que levanta la verborrea, niegan o evaden la realidad en la cual están subsumidos, de tal suerte que los errores no se asumen y los problemas quedan insolutos. Un ejemplo de negación gubernamental es la persistencia de los comunistas en el poder, en mantener, incluso ampliar sin ninguna viabilidad formal, lo que han denominado la revolución del siglo XXI, que no es otra cosa que un neocomunismo, sin fortaleza constitucional.

La verborrea es propia de las corrientes de “izquierda” y están articuladas en forma capciosa para despistar y dar un aire de intelectualidad, totalmente inexistente. En los últimos tres años, para no hablar del difunto, hemos visto la funcionalidad individual de una veraz y auténtica verborrea neurótica; solo tenemos que ver y escuchar las cadenas del engendro heredero y el programa del patán de la AN; allí observamos como la verborrea neurótica es aplastada por el principio de la primacía de la realidad. El ejemplo de lo aquí señalado, es la explicación que da el régimen sobre los problemas graves del país.

La historia está plagada de dictadores que utilizan la verborrea utilitaria, con alguna inteligencia, que les llevó a engañar a su pueblo para cometer asesinatos selectivos, por un lado y exterminio por el otro: Lenin, Stalin, Mao, Hitler, son ejemplos genuinos de ello, sin embargo, los estudios psicopatólogicos de estos especímenes, dejaron por los resultados alcanzados, que eran unos enfermos mentales y su verborrea considerada como neurótica.

Al engendro heredero, la verborrea neurótica lo convirtió en el “hazmerreír del continente” y para los venezolanos como una persona burda y decadente. Mayor no puede ser el daño que este señor generó en nuestra sociedad, sobre todo en esta generación que solo conoció el desgobierno del difunto y ahora del engendro. 

 

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